El engaño de Antonio David, al descubierto
No son buenos tiempos para Antonio David Flores y, si recientemente celebraba que la Audiencia Provincial de Madrid archivara de manera provisional la demanda por maltrato psicológico, interpuesta por su exmujer Rocío Carrasco, ahora está de nuevo contra las cuerdas: le piden 3 años de prisión, en el procedimiento por insolvencia punible que iniciara también su exmujer. Habrá juicio oral y se sentará en el banquillo. La noticia la adelantó mi compañero Dani Montero en El Programa del Verano.
Los tribunales forman parte de la vida de Flores desde hace más de una década. Si el matrimonio con la hija de Rocío Jurado le llenó de alegrías en los comienzos, después, tras una tormentosa separación, su vida se fue judicializando año a año. En este final de verano, pendiente aún de las noticias que debían llegar de varios procedimientos pendientes, el ex guardia civil recibe un nuevo y preocupante varapalo.
El fiscal que lleva el caso de insolvencia punible mantiene en su escrito de acusación, firmado el pasado 22 de julio, que Flores manipuló y falseó presuntamente sus cuentas personales para declararse insolvente y no pagar a su exmujer la pensión alimenticia acordada en convenio, a pesar de facturar considerables ingresos a través de terceros. “Es criminalmente responsable el acusado en concepto de autor”, así de rotundo se pronuncia.
Antonio David y Rocío Carrasco en una imagen de archivo / Gtres
Tras su divorcio, Rocío Carrasco y Antonio David Flores firmaron en 2006 un convenio regulador en el que se acordó que el padre pagaría la cantidad de 559,83 euros en concepto de pensión alimenticia de los menores, con el oportuno incremento anual del IPC. El ex guardia civil no cumplió y no pagó la pensión acordada. Seis años después, en 2012, Rocío Carrasco presentó demanda de ejecución en un intento de que la Justicia actuara. El 23 de abril de ese 2012, un auto judicial ordenaba a Flores abonar la cantidad de 35.872,38 euros de principal, mas 10.761 de intereses y costas. Pero Antonio David, siguió sin pagar, de hecho, nunca lo hizo. Falseó sus cuentas y se declaró oficialmente insolvente ante un juzgado.
Pleno conocedor
El fiscal explica en su escrito que Flores era “pleno conocedor” de la ejecución solicitada por su exmujer y, por supuesto, de que las deudas no estaban saldadas. No había abonado esa pensión durante años y acumulaba una deuda ya casi 60.000 euros (58.876,38). Señala, además, que “con la clara intención de que Carrasco no pudiera cobrarlas” facturaba sus ingresos por aparecer en algunos programas de televisión y otros medios de comunicación, a través de sociedades de terceros, entre los que se encontraba su mujer, Olga Moreno, y su representante, Francesc Perellada. Ocultó sus ingresos reales entre 2011 y 2017 y recibió dinero al menos en 11 ocasiones. Cobraba e ingresaba, pero no saldaba y viceversa.
La conclusión de la fiscalía es que maniobró de esa manera para crear una insolvencia irreal. No lo digo yo, sino el fiscal. Antonio David intentó engañar a su exmujer, pero también a la Justicia. Se declaró insolvente, pero no era cierto, según se extrae del escrito de acusación en el que también se le condena a 20 meses de multa con una cuota diaria de 12 euros, con responsabilidad subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos cuotas no satisfechas. En concepto de responsabilidad civil deberá indemnizar a su exmujer la cantidad de 58.876,84. Su engaño, inevitablemente, al descubierto.
Rocío Carrasco y Antonio David Flores continúan su enfrentamiento judicial /Gtres
El juicio está aún por llegar. Queda que la acusación particular, Rocío Carrasco, formule su escrito y también que el propio Antonio David haga lo propio en su defensa. La fiscalía propone interrogarle y a Rocío Carrasco y a Perellada, representante de Flores, como testigos.
Son ya muchos años de juicios, de ofensas, ataques y contraataques sin límite, en los que, en mi opinión, quienes más han perdido han sido los hijos. A ellos no se les puede engañar.