Cumpleaños, ¿feliz?

Un golpe y con el ojo hinchado: el accidentado cumpleaños de Ana Soria

Ana Soria en Almería / Gtres
Ana Soria en Almería / Gtres
  • Elena Boluda
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Ana Soria ha vuelto a ser portada de revista. En esta ocasión, por un cumpleaños atípico. La joven cumplió 25 años el pasado 3 de septiembre. Una fecha muy especial que, como ya es costumbre, quiso pasar junto a su familia en Almería. Sin maquillaje, con un estilismo cómodo y derrochando naturalidad, la pareja de Enrique Ponce disfrutó de una jornada en la casa de sus padres, hasta donde llevó una tarta para soplar las velas. Hasta ahí: absoluta normalidad.

Las alarmas han saltado al comprobar que, en un día marcado en rojo en su calendario, Ana Soria parece no haber contado con la presencia de su amor, el torero. Ni rastro de Ponce en su nueva vuelta al sol, ni en las redes sociales. Si bien es cierto que la joven comparte muy pocas fotografías de su vida más privada, este verano sí que ha estado activa en el universo 2.0. Pero, una vez más, ni rastro de Ponce. La última publicación en la que Soria hace alarde de su relación data del pasado 21 de abril, desactivando los comentarios por el aluvión de reacciones que tuvo su fotografía. ¿Qué está pasando?

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Un ‘accidentado’ cumpleaños

Más allá de las incógnitas sobre su relación, todas las miradas han ido a parar a su rostro. Tal y como se muestra en las fotografías publicadas por Semana, la pareja del torero luce un golpe en su ojo, que bien podría ser de un accidente o, tal vez, de una picadura de algún insecto. Sea como fuere, lo cierto es que este pequeño detalle ha sido el protagonista de su 25º cumpleaños.

Pero no todo ha quedado ahí. Pues, según ha informado la revista, la joven ha terminado su celebración con un revés en su domicilio. Tras volver de casa de sus padres, se veía en la obligación de saltar la valla de su casa, probablemente al haberse olvidado las llaves. Sin pensárselo dos veces, Ana Soria se remangaba el vestido, se subía a un bordillo y accedía a su jardín. Desde ahí, abría la puerta a su madre y juntas cogían al perro para dar un paseo por las calles de la ciudad andaluza. Una vez finalizado este momento en familia, ambas se despedían en la misma puerta de la casa con un fuerte abrazo y un beso, haciendo alarde de su buena sintonía.

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Por el momento, la joven no se ha pronunciado sobre estas imágenes, no ha dado detalles del golpe que luce en su ojo, ni tampoco ha reaparecido en la red, donde sus seguidores se preguntan qué está pasando en la vida de Ana Soria. Quien tampoco ha vuelto a dar señales ha sido Enrique Ponce, que se mantiene alejado del foco mediático cuando los rumores de crisis en su relación están sonando con mucha fuerza.

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