Así es la piscina de Ágatha Ruiz de la Prada que la diseñadora debe demoler por orden judicial
La piscina en cuestión fue construida en la década de los 50
La mansión de la diseñadora pertenecía a Joaquín Calvo Sotelo
Después de 25 años luchando, Ágatha Ruiz de la Prada ha recibido una orden judicial para demoler la piscina de Son Servera, la villa que tiene en Mallorca. Un grupo de ecologistas defiende que la zona donde está situada es de uso público y la justicia ha fallado en contra de la diseñadora. La piscina en cuestión fue construida en la década de los 50, cuando la mansión todavía pertenecía a Joaquín Calvo Sotelo, su primer propietario. Se trata de una construcción de piedra con vistas al mar que va en contra de los artículos actuales de la Ley de Costas.
La casa de Ágatha Ruiz de la Prada sufrirá una reforma a raíz de la última sentencia del Tribunal Supremo. El recurso que presentó Tristán, hijo de la artista, ha sido desestimado y la familia no tiene más remedio que cumplir las normas. Eso sí, Ágatha insiste en que seguirá luchando, todavía no se ha rendido y considera que la batalla aún no ha llegado a su fin.
La piscina de Ágatha Ruiz de la Prada en Mallorca. / Gtres
La piscina está orientada hasta la Costa de los Pinos y durante mucho tiempo se mantuvo el derecho privado en vez de paso público de servidumbre, que era lo que reivindicaba el grupo ecologista encabezado por el activista Jaume Sastre. El Alto Triubunal se ha pronunciado y ha determinado que la diseñadora debe demoler algunas partes de su finca. Además de la zona de baño, también tiene que eliminar el embarcadero.
El proceso judicial empezó en 2001
El problema de Ágatha Ruiz de la Prada y su villa de Mallorca se remonta a 2001. Un conjunto de activistas se puso manos a la obra y denunció que Son Servera estaba ocupando un terreno público. La colaboradora y su familia defendieron que esa piscina llevaba ahí desde que compraron la casa, por eso no le habían dado mayor importancia. Pero Jaume Sastre insistió en que debían dar marcha atrás y demoler parte de la finca.
Los ecologistas exigieron que Ruiz de la Prada prescindiera también de una parte de su terraza, asegurando que está ubicada en una zona que no puede ser privada. A partir de ese momento comenzó un batalla judicial que no ha terminado con la paciencia de Ágatha, de hecho sigue insistiendo en que la sentencia del Tribunal Supremo no pondrá fin a sus intenciones.
La piscina de Ágatha Ruiz de la Prada en Mallorca. / Gtres
La Ley de Costas ha obligado a modificar la casa de la diseñadora, aunque el objetivo de esta última es no hacer ninguna modificación en su propiedad. El argumento que utiliza es simple: cuando ella adquirió esta propiedad la piscina ya estaba construida. Remarca en que no hay ningún problema para acceder al mar, que es lo que le reprochan los activistas.
Las explicaciones de Ágatha Ruiz de la Prada
25 años de litigios no han sido suficientes. La creadora de moda recalca que su piscina es completamente legal, por eso no está de acuerdo con la última decisión del juez.
Ágatha Ruiz de la Prada, en el Festival de Málaga. / Gtres
«La famosa piscina la recuerdo desde que era pequeña porque esta casa era de Joaquín Calvo Sotelo y veníamos aquí. En esa época no había Ley de Costas. Más adelante, se legalizó. No creo que haya una piscina en España con más permisos que la mía. Compramos la casa a la viuda y se mantuvo tal cual porque se suponía que no había ningún problema», ha explicado en una entrevista reciente.
Ruiz de la Prada ha explicado que su hijo se ha encargado de todo. «Vamos a seguir con los trámites que hagan falta en los tribunales a los que podemos recurrir», comentó antes del fallo del Supremo. «Ahora se va a presentar un recurso de amparo. Por ahora esta es la situación y espero poder disfrutar de mi casa este verano. Vamos a seguir luchando. Lo ha hecho Tristán porque la concesión de la piscina y de la zona que ahora quieren hacer pública la solicitó su padre».