Cuánta agua beber todos los días: 8 consejos para hidratarte de forma correcta

Cuando llega el verano se recomienda siempre beber mucha agua para evitar el riesgo de deshidratación, pero durante el resto del año hemos de mantener también esa costumbre ya que una ingesta de agua diaria es algo beneficioso para nuestro organismo. Por ello queremos ofreceros 8 consejos para que sepáis cuánta agua beber todos los días y con ello, hidrataros de forma correta.

Cuánta agua beber todos los días: 8 consejos para hidratarte de forma correcta

El agua es algo de primera necesidad en nuestra vida. Nuestro organismo necesita reintroducir líquidos y sales minerales, perdidos por la transpiración. Solo así, y especialmente cuando hace calor, no nos arriesgarnos a afrontar algunas consecuencias de la deshidratación como hipotensión, desmayos, sensación de malestar y dificultades cognitivas. Y aunque damos por sentado lo importante que es la hidratación, hay muchas personas, sobre todo ancianos y niños que, al no sentir el estímulo de la sed, se olvidan de beber .

Lo ideal que debemos beber es dos litros de agua al día  (unos 8-10 vasos). Con esta cantidad podremos asegurar una correcta hidratación a nuestro cuerpo, sobre todo en esos días, como los de ahora antes de que llegue el otoño, que todavía hace mucho calor. Incluso si el requerimiento diario de agua cambia según la edad, las características físicas, el estilo de vida (piensa en los que entrenan a diario aunque solo caminen una hora al día) y las temperaturas, dos litros son el umbral mínimo por debajo del cual no debes bajar para no correr el riesgo de deshidratarse.

Alcanzar la meta de dos litros por día puede ser complicado. Muchas personas no sienten la necesidad de tener sed, otras no lo notan, y otras simplemente no les gusta beber. Por ello y para asegurar el buen funcionamiento del organismo a través de una correcta hidratación, queremos ofrecerte estos ocho consejos para que no te olvides de beber.

Bebe un vaso de agua cuando te despiertes por la mañana y otro antes de quedarte dormido por la noche.

Tomémoslo como un hábito, incluso antes del café intentemos beber un vaso de agua a temperatura ambiente. Esta es una forma útil no solo de comenzar a alcanzar la cantidad de agua que necesita el cuerpo, sino también de aumentar la reactividad. Beber un vaso de agua antes de irse a dormir también es muy útil para prevenir la sensación de sequedad durante la noche .

Lleva siempre una botella de agua

Tener una botella (incluso mejor si es térmico) a mano, en tu bolso o mochila, nos servirá como recordatorio y nos ayudará a acordarnos de beber.

Bebe un vaso de agua cada hora

Es recomendable beber pequeños sorbos y muy a menudo durante el día, para que el agua llegue a todas las partes de nuestro cuerpo, en lugar de beber una gran cantidad de agua de una sola vez.

Utiliza la alarma del móvil

Si realmente no podemos acostumbrarnos a beber durante el día, te puedes programar un recordatorio en el teléfono para que nos advierta, quizás una vez por hora, que es hora de tomar un vaso de agua.

Prepara un agua desintoxicante o aromatizada

Para los que no les guste el agua ‘natural’, es posible aromatizarla con frutas como rodajas de limones o naranjas o con pepinos que harán que el agua sea aún más fresca y sacie mejor la sed.

Bebe con las comida

Hay muchas personas que no beben o beben muy poco en la mesa, en cambio beber durante el almuerzo o la cena, o picar algo está  libre de contraindicaciones , de hecho está absolutamente indicado, además de útil para lograr el objetivo diario.

No solo agua: infusiones y tés de hierbas

El umbral de agua diario también incluye bebidas frías o calientes como infusiones e tés que podemos preparar a lo largo del día y de este modo que beber «solo agua» no sea algo tan «aburrido».

No olvide las frutas y verduras

Algunas frutasy verduras son sumamente ricas en agua, en especial la ensalada, la zanahoria, el apio, el hinojo, los rábanos y la sandía y el melón, que son alimentos que si se integran a diario en nuestra dieta nos ayudan a alcanzar la cantidad de agua necesaria para el bienestar del organismo.