Wyoming desvela la dura historia de su madre que marcó su vida para siempre

El pasado martes, el programa presentado por Mamen Mendizábal tuvo como invitado a uno de los presentadores más reconocidos de la televisión: el Gran Wyoming. ‘Palo y Astilla’ es el nuevo formato de entrevistas producido por Atresmedia en el que en cada entrega una celebridad hace un recorrido emocional por su carrera profesional y rinde homenaje a sus padres. El último en visitar el programa ha sido el presentador de ‘El Intermedio’, quien ha confesado la dura historia de su madre que dejó huella en su vida.

Al parecer, él no sabía que su madre estaba sufriendo una enfermedad que le obligaba a acudir a un sanatorio. Wyoming pensaba que esas visitas eran algo “normal” y no era consciente de que su madre estaba atravesando una depresión “derivada de una maternidad detrás de otra” porque tuvo “cuatro hijos en algo más de cinco años y con un aborto entremedias”, explicó el conductor del espacio nocturno de LaSexta.

La madre de El Gran Wyoming sufrió una gran depresión «derivada de una maternidad detrás de otra» que le llevó a un sanatorio, algo que marcó la infancia del presentador. Así lo cuenta en #PaloyAstilla https://t.co/EVawf6g99v

— laSexta (@laSextaTV) February 9, 2021

Wyoming siguió relatando que antes las enfermedades mentales se trataban de distinta manera que actualmente, y es que hace muchos años se empleaban “terapias de noche que anulaban al individuo”. Sin embargo, cuando iban a verla no entendía que estuviera mala porque “la veía que caminaba y hacía cosas”.

Esta etapa tan difícil y dura para su madre afectó directamente a toda su familia, quien lo vivió muy de cerca. Para él, las visitas al sanatorio era “lo normal”, pero aún así “no entendía bien que pasaba”. Su padre no quería contarles la verdad de toda la historia porque quería protegerle a él y a sus hermanos.

Además, quisieron llevar la enfermedad en secreto por miedo a que decidieran incapacitar a su madre, la calificaran como “loca” y les quitaran la farmacia familiar en la que ella trabajaba. De hecho, cuando al madrileño le preguntaban en el barrio cómo estaba su madre, él siempre afirmaba que estaba bien y nunca mencionaba que iba a un sanatorio.