Sánchez excluye el Falcon en la Ley de Movilidad que pide a los españoles desplazarse a pie o en bici

La Ley de Movilidad, actualmente en trámite de enmiendas en el Congreso de los Diputados, es el nuevo objetivo del Gobierno para regular los hábitos de los españoles. La norma promueve especialmente el uso de medios de transporte «sostenibles» en los desplazamientos cotidianos, como al centro de trabajo, apostando por los recorridos a pie o en bicicleta. El proyecto, sin embargo, excluye el polémico uso de las aeronaves oficiales por parte del presidente del Gobierno, y evita incluir recomendaciones o buenas prácticas para las autoridades en sus desplazamientos.

El uso recurrente del Falcon ha sido una de las críticas más habituales durante el mandato del presidente socialista. Sánchez siempre ha evitado poner coto a su gusto por esta aeronave o por el Super Puma, el helicóptero oficial, utilizándolos incluso para acudir a eventos privados o actos de partido. Sin ir más lejos, en los últimos dos días, el jefe del Ejecutivo ha tirado de 16 vuelos de Falcon y Super Puma para hacer campaña por el PSOE.

Sánchez no ha disimulado este hábito ni siquiera en plena crisis energética, cuando instó a los españoles a limitar el consumo de luz y gas. De hecho, se recuerda cómo el pasado agosto, sólo unas horas después de anunciar en Moncloa su plan de medidas de «ahorro energético», el socialista se subió al Super Puma para recorrer una distancia de apenas 25,8 kilómetros entre su residencia oficial y la Base Aérea de Torrejón de Ardoz. Desde allí cogió el Falcon para iniciar una gira por los Balcanes.

El socialista vivió además una de sus primeras polémicas cuando, poco después de llegar a La Moncloa, utilizó el Falcon para desplazarse al Festival Internacional de Benicasim (FIB) para asistir a un concierto de su grupo favorito, The Killers.

«Movilidad sostenible»

La futura Ley de Movilidad Sostenible, que se aprobará en los próximos meses, impulsa la «movilidad activa», con desplazamientos a pie o en medios como la bicicleta. De hecho, el texto dedica un apartado al Plan nacional de impulso al uso de la bicicleta, con el que el Ejecutivo pretende promocionar este medio de transporte «como elemento relevante de la movilidad cotidiana», valorando incluso su «potencial» en el reparto de mercancías o a través del «cicloturismo».

Según la ley, «el papel de la bicicleta o ciclo se presenta como una opción de transporte absolutamente sostenible, cuya utilización, en general, redunda en la mejora de la salud de las personas y genera confianza». Por ello, se insta a las administraciones públicas a «promover los medios y modos de movilidad más sostenibles y saludables en los entornos urbanos y metropolitanos, así como los que reduzcan la ocupación del espacio público», favoreciendo, en primer lugar, «la movilidad activa, primando especialmente la movilidad a pie».

La norma, además, regula los «servicios de movilidad colaborativa», como el coche compartido, «que son una realidad en el nuevo ecosistema de la movilidad desde hace unos años».

Huella de carbono

La ley obligará además a las empresas con 500 o más empleados por centro deberán elaborar planes de movilidad sostenible al trabajo que, por ejemplo, faciliten el uso del transporte público o compartido, los vehículos eléctricos o la bici en el transporte diario.

Asimismo, las empresas de transporte deberán calcular su «huella de carbono», es decir, las emisiones de gases de efecto invernadero que generen con su actividad. El dato tendrá que facilitarse a los usuarios.

Entre las enmiendas que han registrado los distintos grupos, Podemos plantea que se prohíban los viajes en avión en todas las rutas dentro del territorio español que cuenten con alternativa ferroviaria directa y con frecuencias de menos de cuatro horas.

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ya ha prometido que, cuando gobierne, creará un registro de los viajes en Falcon por parte de los miembros de su Ejecutivo, tal y como se recoge en el Plan de Calidad Institucional del PP.