Un amigo de Sánchez enchufado en la SEPI le acompañó en el finde romántico con Begoña en Andorra

El número de personas que acompañaron a Pedro Sánchez y Begoña Gómez a su escapada en Andorra no deja de crecer. Además de Raúl Díaz, ayudante personal del presidente del Gobierno, a sueldo de La Moncloa, OKDIARIO ha podido confirmar que también participó en la escapada romántica Luis Miguel Fernández Aparicio.

Se trata de uno de los amigos de juventud de Sánchez, de los que jugaban con él en el Estudiantes de baloncesto, agraciado con un cargo en el Gobierno tras la llegada del socialista al poder. Fernández Aparicio es el director de seguridad de la SEPI, la sociedad estatal de participaciones industriales -cargo que se creó ex profeso- y asesor en materia de ciberseguridad de la presidencia.

En las imágenes de Pedro Sánchez y Begoña Gómez en Andorra, a las que ha tenido acceso OKDIARIO, se observa al amigo del presidente siempre muy cerca de la pareja. Luis Miguel Fernández Aparicio luce una camisa rosa y medio oculta su rostro con un gorro azul con la marca de bicicletas que usó la pareja en su escapada. En la imagen, aparece junto a la esposa de Sánchez, la imputada Begoña Gómez. Este periódico ya contó en su momento el enchufe de este compañero de cancha del ahora jefe del Gobierno.

Contratado en pandemia

En plena pandemia, cuando el Ejecutivo tenía manga ancha para contratar, Pedro Sánchez solicitó la creación de un puesto de director de seguridad en la SEPI para Luis Miguel Fernández Aparicio. Lo mismo que había hecho dos años antes, cuando superó la moción de censura, para otro amigo de esa época, Iñaki Carnicero.

Tras otorgarle un sueldo público, a través de un organismo que depende del Ministerio de Hacienda, en el año 2023 Sánchez ascendió a su amigo y lo convirtió en asesor del Foro Nacional de Ciberseguridad, dependiente de Presidencia del Gobierno. Luis Miguel Fernández Aparicio compagina ambas funciones.

Antes de aterrizar en el Ejecutivo, con sueldo público, el amigo del presidente había desempeñado tareas de seguridad en el Partido Socialista y en la sede de la calle Ferraz. Se incorporó a esas funciones tras la segunda llegada de Sánchez a la secretaría general. Profesionalmente, había trabajado como policía local, aunque no ha trascendido en qué ciudad. Cargo del que ahora se encuentra en excedencia.

Fin de semana de Sánchez en Andorra

Pedro Sánchez y su esposa imputada, Begoña Gómez, pasaron el fin de semana en Andorra a todo tren. La pareja presidencial se marchó en secreto el pasado viernes, en un viaje que no había sido comunicado a la prensa, ya que Moncloa lo considera «privado y personal». La presencia de un ayudante personal del presidente y del máximo responsable de seguridad de la SEPI y asesor en ciberseguridad de Moncloa ponen en duda la versión del Gobierno.

Tanto Raúl Díaz como Luis Miguel Fernández Aparicio tienen unas funciones asignadas en la administración pública, con sueldos comprendidos entre los 70.000 y los 120.000 euros, que no tienen nada que ver con la vida privada del presidente. Pues en el caso de Díaz es el encargado de asistir a Sánchez en los actos públicos, colocándole los discursos en el atril. Aparicio ni tan siquiera tiene asignadas funciones directamente con el jefe del Gobierno.

Durante los tres días que el líder socialista visitó el país vecino, contando con la asistencia a nivel de seguridad de la policía de Andorra y con todos los recursos de la presidencia del Gobierno a su disposición, pese a tratarse de «una visita privada» para «disfrutar», según sus propias palabras, no mantuvo ningún contacto con las autoridades del país. En febrero de este año ya recibió en su despacho del Palacio de La Moncloa a su homólogo andorrano, Xavier Espot.

Durante su estancia en Andorra, que se prolongó hasta el domingo, Sánchez y Begoña Gómez se alojaron en uno de los hoteles más lujosos del país, el Sport Hermitage Hotel & Spa, cuyo precio de las habitaciones puede llegar a costar alrededor de los 2.600 euros la noche. El resort cuenta con acceso directo a las pistas de esquí de Soldeu, que la pareja utilizó para ir en bicicleta, y pone a disposición de sus clientes más de 5.000 metros cuadrados de lujoso spa y traslados en helicóptero.