Zidane recupera sus alas
Dani Carvajal y Marcelo disiparon cualquier tipo de duda reivindicándose ante el FC Barcelona. Los laterales del Real Madrid no llegaban en su mejor momento al Clásico pero borraron cualquier runrún siendo fundamentales tanto en defensa como en ataque
No llegaba en un buen momento el Real Madrid al Clásico ante el Barcelona. La derrota ante el Manchester City en Champions League hacía presagiar una catástrofe en el Bernabéu, sin embargo los blancos dieron la cara, completaron un gran partido y solventaron cualquier tipo de duda. El choque también sirvió para que Dani Carvajal y Marcelo se reivindicaran. Los dos laterales fueron fundamentales en la victoria madridista, canalizando el ataque desde las bandas y siendo contundentes en defensa.
El equipo de Zinedine Zidane no estaba en su mejor momento y tampoco lo estaban sus laterales. Marcelo parecía condenado a la suplencia, mientras que Carvajal venía de no tener su día en la derrota en Champions. Los dos partían de inicio, sembrando las dudas, pero pronto se encargaron de disiparlas.
El brasileño fue el mejor socio de Vinicius en ataque. Los blancos llegaban con mucha facilidad por la banda izquierda, donde Marcelo se complementaba a la perfección con su compatriota. El lateral no está atravesando su mejor momento, siendo de los jugadores más señalados esta temporada, sin embargo cumplió con nota ante el Barça.
Si en ataque fue incesante, en defensa también destacó. De hecho, evitó un gol cantado de Messi. El argentino entraba solo al área y se quedaba ante Courtois. Nadie apostaba por que el brasileño llegase para abortar la ocasión, pero lo hizo y lo festejó con rabia, sabiendo que la acción podía haber cambiado el signo del partido.
En el caso de Carvajal, no se le pueden poner peros a su partido. El canterano fue junto a Vinicius de lo mejor de los blancos. Tras el mal sabor de boca que le dejó el partido ante el City, se desquitó siendo un auténtico incordio para su eterno rival y se apropió de nuevo de la banda diestra del Bernabéu.
En defensa supo contener, con la ayuda de Valverde, la subida de Alba y secaron la elaboración de De Jong. El holandés estuvo desaparecido todo el encuentro y gran parte de la culpa residió en la insistencia del lateral. Además, también evitó una ocasión de Messi, arrodillándose para impedir que se le marcharse con un túnel y despejar el peligro.
En ataque, su presencia en las proximidades del área barcelonista también fueron una constante. De hecho, de dos de sus centros llegaron dos ocasiones clarísimas, para Isco -que sacó Piqué sobre la línea- y para Benzema, que remató por encima del larguero. Además, asistió a Mariano, al darle el balón de saque de banda al espacio para que se quedase solo ante Ter Stegen.
Los dos laterales del conjunto madridista necesitaban un partido como el que hicieron ante el Barça. Debían reivindicarse para solventar las dudas surgidas en los últimos tiempos y vaya si lo hicieron. Un alivio para ellos y para Zidane, que aparte de recuperar el crédito gana de nuevo sus dos alas en el momento más determinante de la temporada.