Xabi se gana una vida extra
El Real Madrid mejoró su imagen contra el City, pese a la derrota
Tregua hasta Vitoria
Creo que estaremos de acuerdo con esto: si el Real Madrid de Xabi Alonso ayer hubiera perdido de la forma en que lo hizo tras un buen inicio de temporada y cero dudas sobre la implicación de sus futbolistas, hablaríamos de una derrota algo cruel, motivada por las numerosas bajas y en todo caso digna. Tengo claro que los silbidos del Bernabéu no se debieron al partido de ayer ni a las ganas que indudablemente pusieron los futbolistas, sino que fueron silbidos retroactivos por el partido ante el Celta y otros flojos en fondo y forma de la temporada.
Ayer la sensación fue más de quiero y no puedo que de otra cosa. El Real Madrid se vació por completo y no abandonó el intento de sacar un resultado positivo hasta el final. Hasta el empate del City, el conjunto dirigido por Xabi Alonso estaba siendo mucho mejor y los goles encajados, íntegramente imputables a sus propios errores, sin duda supusieron un duro golpe para el equipo. De ahí hasta el final, el control del partido fue mucho más repartido, pero el Madrid le faltó finura y ejecución, problemas que no se arreglan con la actitud y que nos llevan a otro debate bastante más complejo sobre el nivel real de talento de la plantilla. O, mejor dicho, la complementariedad del talento que indudablemente tiene el Madrid en su talento.
Creo que nadie puede dudar, por poner dos ejemplos claros, que Bellingham y Vinicius se esforzaron al máximo en el partido de ayer, pero uno espera de los mejores jugadores del mundo que sean capaces de ganar este tipo de sus partidos para sus equipos. Si la actitud fue óptima, no lo pudo ser su desempeño técnico, su ejecución. El madridista recuerda las temporadas de Vinicius que debieron llevarle a un merecido Balón de Oro.
También los primeros meses de Bellingham, absolutamente deslumbrantes. Desgraciadamente cada vez hay que hacer más memoria para recordarlo. Urge enormemente volver a ver grandes partidos de estos jugadores donde no tengamos que alabar su actitud o sus intenciones, sino sus goles o asistencia, sus partidos ganados. La exigencia que conlleva tener el status de «uno de los mejores jugadores del mundo» implica esta exigencia y es el propio aficionado el que debe tener claro el listón para no vulgarizar a sus futbolistas.
Xabi Alonso llegará a Vitoria y lo normal es que también dispute su primer título de la temporada con la Supercopa de España. Todavía hay confianza en el técnico tolosarra y el apoyo explícito del vestuario refuerza su posición. También la ausencia de alternativas para el banquillo que «garanticen» un rendimiento acorde a las expectativas. El partido de Rodrygo creo que puede conspirar en favor de Xabi Alonso. Que ayer hiciera ese partido demuestra que todavía puede ofrecer ese rendimiento y a eso, pocos futbolistas del Madrid actual pueden llegar. Quizás ahora se entiende mejor el empeño de Alonso con el brasileño ante la incomprensión de la mayoría de aficionados y opinadores. Ojalá sea el comienzo de algo bueno para Rodrygo en el Madrid cuando ya todo parecía perdido.
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