Vinicius en alerta
Vinicius Junior se enfrenta a otra cacería en La Cerámica, donde ya sufrió dos agresiones el pasado curso
Peligro en La Cerámica: Iglesias Villanueva estará en el VAR
El partido que medirá este sábado al Real Madrid contra el Villarreal tendrá sus focos puestos en Vinicius Junior. Y no precisamente por el rendimiento que pueda dar la estrella del conjunto blanco sobre el césped, sino por los métodos de los amarillos para pararle. En medio de las constantes justificaciones sobre los cánticos racistas que sufre en muchos de los estadios a los que va, el brasileño volverá al lugar donde se le comenzó a estigmatizar: La Cerámica. Allí sufrió su primera cacería por parte de los jugadores groguets y se teme que se repita otra vez.
Vinicius llega al partido señalado por aquellos que tratan de tapar el racismo con las supuestas provocaciones del delantero madridista. El último en sumarse a ello fue el alcalde socialista de Valladolid, Óscar Puente, que señaló al futbolista en lugar de a los aficionados pucelanos que le gritaron, entre otras cosas, «¡puto mono!» o «¡hijo de puta!».
Ahora, volverá a un terreno de lo más hostil. El estadio de La Cerámica fue el lugar donde comenzó todo. Allí, Vinicius sufrió agresiones claras por parte de los jugadores del Villarreal que quedaron impunes por la permisividad de Sánchez Martínez y de Iglesias Villanueva desde el VAR. El segundo, volverá a dirigir desde Las Rozas el encuentro, por lo que el astro canarinho está en sobreaviso.
Entonces, Vinicius la única forma de la que consiguieron pararle fue a base de palos. Algunos de ellos, fuera del reglamento. Es el caso de las dos agresiones que sufrió por parte de Albiol y Parejo. El central le pegó un codazo premeditado, cuando Vini corría a por un balón lejano. El árbitro le advirtió diciéndole «te la has jugado mucho», pero no quiso expulsarle. Tampoco entró en una acción en la que el mediocentro pegó una colleja al madridista con el juego parado, lo que mereció otra roja que también se le perdonó.
Desde entonces, Vinicius está más que fichado por los defensas rivales. El brasileño es uno de los mayores peligros que tiene el Real Madrid y la única forma que encuentran muchos de los equipos de frenarle es a base de faltas. Muchas de ellas, al límite del reglamento y normalmente con el beneplácito arbitral. En La Cerámica fue la primera vez que sucedió y podría volver a pasar este sábado de nuevo.