El Real Madrid se adelantó en Balaídos gracias a un gol de penalti de Benzema. Una pena máxima que llegó por una mano clarísima de Renato Tapia, que taponó con el brazo un disparo a puerta de Alaba. De no haber puesto el brazo, el balón probablemente hubiera acabado dentro de la portería. Fue una acción clarísima y que, sin embargo, Gil Manzano no vio. El colegiado extremeño tuvo que acudir al VAR para revisar la jugada y, finalmente, pitar penalti.
David Alaba se encontraba en el segundo palo para rematar un balón y Tapia tenía el brazo despegado totalmente del cuerpo y en una posición antinatural. Aunque intentó recogerlo, con él cortó el remate del defensa austriaco, impidiendo no sólo que el balón fuese a puerta, si no que acabase en gol. Por tanto, fue un penalti clarísimo.
Sin embargo, Gil Manzano no vio la acción. El colegiado no pitó y tuvo que ser González González desde el VAR quien le avisase para que se fuera a revisar la jugada. Paró el juego el árbitro y se fue a la pantalla y, tras verla repetida, no tuvo dudas, indicando penalti.
Sí que tuvo la vista afinada para una acción posterior. La mano de Militao, más difícil de ver desde la posición del árbitro, sí que fue señalada por Gil Manzano. En el caso de los blancos, la pena máxima fue igual de clara.