El Real Madrid está próximo a limpiarse de todo lo que tenga que ver con Jorge Mendes. La relación del club blanco con el agente de futbolistas más mediático a nivel mundial está cerca de romperse y más si cabe después de lo ocurrido este verano. El episodio más sonado ha sido el reciente fichaje de Leny Yoro por el Manchester United cuando tenía apalabrada su llegada al equipo de Valdebebas. Un salario prohibitivo de 10 millones para un jugador de 18 años evitaron que el Madrid se hiciera con el central joven más prometedor del panorama actual.
Esa no es el único movimiento en el que Mendes ha estado involucrado y que haya afectado al conjunto madridista este mes de julio. El de Yoro copó portadas, pero hay otra que dolió incluso más dentro del club. Y es que uno de los canteranos que más ha brillado en La Fábrica a lo largo de los últimos años, Paulo Iago, pondrá rumbo a sus 17 años al Sporting de Portugal, pese a que el Madrid le intentó convencer para que siguiese. Ya era tarde, pues Mendes le ofreció distintas opciones, saliendo ganadora la de un club donde, entre otros, tiene su nicho de representados.
Pero sin duda, lo que puede traer más cola en este mercado estival, si es que no lo está haciendo ya, es el caso de Andriy Lunin. En el Real Madrid piensan que Mendes está torpedeando al portero y fruto de ello podrían ser sus declaraciones más recientes en las que afirmaba que la pelota estaba en el tejado del club. Hablamos de su renovación, con una oferta que aún tiene sobre la mesa y que le llegó bastante antes de la final de la Champions League.
Lunin sigue sin aceptar y además ha sido relacionado con el Chelsea, aunque las condiciones de la propuesta de ampliación del Real Madrid son intocables. Por tanto, es el guardameta ucraniano quien debe decidir si continuar siendo la alternativa perfecta a Thibaut Courtois, como ha demostrado esta temporada, o si, por el contrario, busca la titularidad en cualquier otro gran equipo de Europa, como puede ser el entrenado por Enzo Maresca.
Una limpia que viene de años atrás
De confirmarse su salida este verano, o el siguiente, el Real Madrid se habría deshecho de todo lo que tenga que ver con Mendes. Esta limpia comenzó mucho antes. Hubo una época de varios años en la que el conjunto blanco contaba hasta con cuatro representados por la agencia Gestifute. Tres eran futbolistas de campo –Cristiano Ronaldo, Pepe y Ricardo Carvalho– y el otro, entrenador –José Mourinho–.
Los resultados no acabaron de llegar y progresivamente el Real Madrid fue deshaciéndose de sus lazos con Mendes. La situación ahora es radicalmente distinta con el luso, pues todo aquel que firma con él acaba saliendo tarde o temprano. Así lo demuestran ejemplos como el de Isco Alarcón en 2022 o Marco Asensio el pasado verano. Y es que el mejor club del mundo no está dispuesto a que un agente, sea quien sea, mueva los hilos de la entidad, como sí está haciendo en los últimos tiempos en los otros dos grandes equipos de España: Barcelona y Atlético de Madrid.
El ejemplo perfecto es el de Joao Félix, al que ha movido a las mil maravillas, empezando por el Benfica, siguiendo por el Atlético bajo traspaso multimillonario, parando a repostar en el Chelsea, de vuelta al Metropolitano y cediéndolo un año completo en el Barça. Todo ello con la intención de que por fin cuajara en alguno de esos clubes, algo que no ha pasado y ahora a Joao le toca regresar por segunda vez a Majadahonda a la espera de que se resuelva su futuro.
Un caso similar es lo que quiere evitar el Real Madrid a toda costa, que desde hace unos años sólo se fija en futbolistas de Mendes cuando sea expresamente necesario. Así sucedía con Yoro, un central que apunta a marcar una época en el fútbol europeo, y que además habría reforzado la demarcación más debilitada para Carlo Ancelotti, que a día de hoy tan sólo cuenta con dos efectivos –Eder Militao y Antonio Rüdiger– tras la salida de Nacho Fernández y la lesión de rodilla de la que todavía se recupera David Alaba.
El Real Madrid no admitió las exigencias de Mendes con Yoro
«Pagar 10 millones netos a un chaval es una anomalía», aseguraban en el Real Madrid sobre el giro que hubo con Yoro en los últimos días. Estaba muy cerca del club blanco, pero llegó el United con una oferta mareante de 63 millones de euros, una cifra totalmente fuera de mercado, y se lo arrebató. Y es que el francés termina contrato el próximo año. Es decir, o el Lille sacaba algo de dinero este verano o ya no lo sacaba nunca. Y para el conjunto del norte de Francia, ya en la frontera con Bélgica, es más que un regalo que un club llegue con 63 millones de euros por un jugador que finaliza su vínculo en cuestión de meses.
