Uno de los nombres propios de la final de Copa del Rey en clave Real Madrid fue sin duda Aurelien Tchouaméni. El francés, muy discutido por momentos esta temporada, fue el gran sostén de un Real Madrid ante el Barcelona que fue de menos a más con el paso de los minutos, como el propio centrocampista. El galo comenzó con el contratiempo de una amarilla que tuvo tienes anaranjados pero de la que supo reponerse para aguantar, estuvo firme, duro y fue clave para llenar de esperanzas al equipo blanco durante minutos con el testarazo que puso el 1-2.
Pero el partido de Tchouaméni, pese a ser notable, quedó opacado por el resultado final, ese gol sobre la bocina de su compatriota Jules Koundé que puso la balanza del lado del Barcelona. Es la segunda final este año que gana el cuadro culé a los madridistas, tras la Supercopa de España y esta final copera. Dos duros golpes para el Real Madrid, sí, pero con la lección bien aprendida por parte de los blancos, como demostró el jugador francés.
«Celebran nuestras derrotas como si no fuéramos a ganar otra vez», publicaba este domingo Aurelien Tchouaméni en sus redes sociales, en X, donde desde un plano más tranquilo y relajado, hacia una reflexión que rápidamente se viralizaba, con un mensaje final que motivó al madridismo pese al golpe copero: «Volveremos».
They celebrate our losses like we ain’t gon win again.
We will be back🤝🏾 pic.twitter.com/xqN2Z5uSZk— Tchouameni Aurélien (@atchouameni) April 27, 2025
Tchouaméni está acabando realmente bien la temporada, siendo un jugador fundamental para Carlo Ancelotti, principalmente por su polivalencia, hombre parche tanto en el centro del campo, como escoba, o como central, tapando lesiones y necesidad de una plantilla que ha sido golpeada en la zaga en varios momentos del curso.
El francés disputó una final de Copa del Rey bastante notable, firme y que comenzó difícil al ver una amarilla por una entrada dura sobre Olmo en la que se jugó algo más. Pero el francés mejoró con el paso de los minutos y fue de los jugadores que mejor acabó el partido más allá de su gol, se ve que el físico no es un hándicap para él. El galo estuvo especialmente bien cuando el Madrid tuvo el balón, y fue muy activo en la recuperación, aunque sí es cierto que en varias ocasiones quedó expuesto con metros por delante y en los espacios más abiertos. Su gol, un bellísimo testarazo, puso por delante al Real Madrid en lo que fue, a título individual, un gran partido para Tchouaméni.
En cualquier caso, pese al triunfo del Barcelona, el Real Madrid demostró una vez más que es un equipo que siempre compite pese a que todas las apuestas daban como claro favorito a los culés, tras una gran temporada en rendimiento y fútbol. Pero el Clásico fue sumamente disputado, con opciones para ambos equipos, choque de estilo pero mucho fútbol y ocasiones de todos los colores que se decidió finalmente por detalles, un error y un golpeo contundente de Jules Koundé que dinamitó la prórroga.