Liga EA Sports: Real Madrid-Sevilla

Vuelve a la Liga por Navidad

Victoria contundente y brillante del Real Madrid que desbordó al Sevilla y llega a navidades por delante del Barça y a uno del Atlético

Mbappé, Valverde, Rodrygo y Brahim hicieron los goles blancos en el día en el que el Bernabéu homenajeó a Jesús Navas en su adiós al fútbol

Así fue el estremecedor homenaje del Bernabéu a Jesús Navas

El Real Madrid vuelve a la Liga por Navidad después de completar el mejor primer tiempo de la temporada ante un Sevilla desbordado. Los de Ancelotti hicieron tres goles, que pudieron ser media docena, en unos primeros 45 minutos para enmarcar. Mbappé, Valverde, Rodrygo y Brahim hicieron los goles blancos en el día en el que el Bernabéu homenajeó como se merece a Jesús Navas en su adiós al fútbol.

Presumía el Real Madrid de Intercontinental en los prolegómenos del partido. Y despedía a Jesús Navas entre lágrimas y con una gigantesca y merecidísima ovación del Bernabéu. Con los pelos de punta y el abrazo de Modric se ponía fin al homenaje a una leyenda del Sevilla y del fútbol español en su, esta vez sí, último baile.

Carlo Ancelotti, sabedor de la importancia de irse de comerse el turrón por delante del Barcelona y echándole el aliento al Atlético, dispuso una alineación muy titular, sólo con el toquecito personal de meter a Camavinga de lateral izquierdo para dejar el doble pivote en manos –bueno, en pies– de Fede Valverde y Ceballos. Arriba, sin Vinicius que se borró de este partido con su amarilla en Vallecas, Brahim ocupaba el flanco derecho y dejaba en izquierdo a Rodrygo, mientras que Bellingham y Mbappé se repartían el centro.

Los once del Real Madrid que saltaban al césped del Bernabéu para vérselas con el Sevilla lo formaban Courtois; Lucas, Tchouaméni, Rüdiger, Camavinga; Valverde, Ceballos; Brahim, Bellingham, Rodrygo; y Mbappé. Entrente el equipo de García Pimienta, que estuvo en un tris de dar la sorpresa en el Metropolitano y que saltaba al coliseo madridista sin mochila ni nada que perder.

Zasca de Mbappé

El partido nació con un ritmo cadencioso. Concedió el Sevilla la pelota al Real Madrid y los de Ancelotti manoseaban la pelota con los pies. No pasaba nada en el Bernabéu. Nada de nada. Bueno, hasta que apareció Mbappé. Rodrygo le puso una pelota a 25 metros de la portería. Kylian estaba de frente a la portería, nadie le salió. Se acomodó la pelota en la diestra y se sacó un disparo imposible a la escuadra de Álvaro Fernández. Pues, como diría Florentino, este sí es mi Mbappé.

Como tantas veces con Ancelotti y con Zidane y con otros entrenadores, el Real Madrid había encontrado el gol antes que el fútbol. Tocado quedó el Sevilla, obligado a destaparse un poco los mies con la manta corta que tan bien envuelve este juego. Los blancos comenzaron a manejar la pelota a sus anchas y Mbappé perdonó el segundo al echar a las nubes y remate a bote pronto tras un venenoso centro de Lucas Vázquez. Se lo agradecía y se lamentaba a la vez Kylian.

Valverde y Rodrygo celebran el 2-0 del Real Madrid ante el Sevilla. (EFE)

La respuesta visitante fue una contra en la que apareció salvador Camavinga bajo los palos. Y luego en la recontra la tuvo Lucas Vázquez en el área pequeña a centro de Bellingham. Era el 18 y la cosa acabó en córner. Del que vino, esta vez sí, el segundo. Lo marcó Fede Valverde que tiene por pierna derecha un cañón. La pelota le quedó casi a 30 metros, otra vez se durmió un Sevilla demasiado hundido atrás, y sacó el latigazo al que reaccionó demasiado tarde el meta Álvaro.

Se gustaba el Real Madrid, preciso con la pelota y hasta intenso sin ella. Puede que sea esa la única ventaja de jugar sin Vinicius, que tienes un jugador más para defender. El Sevilla no había entrado al partido con la concentración que requiere el Bernabéu y lo estaba pagando. Menos mal que los de Ancelotti levantaron un poco el pie porque se vieron con el partido ganado.

El Madrid se desata

En el 33 llegaría el tercero en una jugada en la que el Real Madrid se desató por la derecha. Salieron entre Bellingham y Brahim a la velocidad de la luz, Lucas Vázquez remontó la banda diestra como en sus mejores tiempos y la puso al centro del área donde Rodrygo percutió según venía. Pues 3-0 y partido resuelto. O casi, porque el Sevilla acortaría distancias nada más sacar de centro en una jugada por la banda derecha de Juanlu en la que Camavinga y Rüdiger se hicieron un lío y Tchouaméni no acertó a despejar. El gol lo marcó Isaac Romero para ponerle algo de emoción al duelo.

Pero el Real Madrid siguió percutiendo y acumulando ocasiones en el área del Sevilla. Ceballos tuvo una en el 43, Rüdiger otra en el 44… los de Ancelotti podrían haberse ido al descanso con 7 goles en su casillero, pero se conformaron con tres. Y el Sevilla pudo irse con el segundo en la última jugada de la primera mitad con una volea de Gudelj que se marchó al techo del Bernabéu.

Al segundo tiempo salió sin cambios pero con la caraja el Madrid. Courtois regaló una pelota estúpida ante la presión del Sevilla y luego metió una mano salvadora para corregir su propio error. Apretaban muy arriba los de García Pimienta y dificultaban muchísimo la salida de balón del equipo de Ancelotti.

El cuarto de Brahim

El susto quedó en nada porque en el 52 el Real Madrid hizo el cuarto. Lo marcó Brahim, que recibió con los brazos abiertos una asistencia mágica de Mbappé, que había buscado resquicios entre todas las piernas sevillistas. Disfrutaba el Bernabéu con su equipo que por fin estaba dispuesto a darle una buena tarde en vísperas de Navidad.

En el 65 Jesús Navas se llevó la ovación de la tarde en el Bernabéu, puesto en pie para homenajear a un jugador único con el que se rompió el molde. Un minuto después perdonó el quinto el Madrid en una jugada en la que Mbappé se la dejó a Rodrygo, que tiró al muñeco para que Álvaro se la sacara de encima. Entraron Güler y Modric por Rodrygo y Ceballos en el 71. El partido estaba resuelto.

O no tanto. Un precioso taconazo de Jesús Navas en el 72 habilitó a Isaac Romero para que su disparo cruzado se diera de bruces contra el palo izquierdo de Courtois. A la vuelta Mbappé se hizo un nudo dos veces en el área y desperdició la oportunidad de hacer el quinto. Suspiraba Lucas Vázquez, su asistente personal, que estaba completando su mejor partido de la temporada.

Colorín, colorado

En el 77 saltó al campo Raúl Asencio para suplir a Bellingham, que volvió a irse con cara de culo de vaso, que diría Luis. El joven canterano pasaba al lateral derecho y Lucas, el viejo canterano, a su posición original de extremo diestro que hace lustros que no ocupa. Trataba de maquillar algo el resultado el Sevilla cuando el duelo ya tenía tintes de solteros contra casados.

En el 84 Lukebakio maquilló el resultado con una galopada por la banda izquierda en la que retrató a Asencio y que abrochó con un disparo al que Courtois no opuso la suficiente resistencia con su mano diestra. Pues nada, 4-2 con unos minutos finales todavía para ampliar los guarismos en el marcador 360 del Bernabéu. No lo lograron y el Real Madrid selló un triunfo merecido, que pudo ser mayor, para colocarse segundo en la Liga a uno del Atlético y con dos de ventaja sobre el Barcelona, que tiene ahora un partido más que rojiblancos y madridistas.

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