El puzzle de Ancelotti para Mestalla
Ancelotti tiene un reto muy complicado a la hora de elegir quienes serán los once jugadores que formarán ante el Valencia
El italiano sólo tiene tres bajas y muchas opciones
Carlo Ancelotti tiene un dilema. Bendito dilema, pero dilema al fin y al cabo. El italiano tendrá muchas opciones encima de la mesa para confeccionar un once para el duelo contra el Valencia y debe tomar decisiones tan acertadas como complicadas. Carletto podrá contar con toda su plantilla a su disposición, salvo por Militao, Courtois y Alaba. Teniendo en cuenta que ante el Sevilla tuvo siete bajas, tener sólo tres ausencias para un duelo es una noticia muy positiva, pero que le obliga a pensar muy bien a quién poner.
«Opciones hay. Hacer una alineación, sobre todo mañana, es un rompecabezas. Hay muchos jugadores que están aportando y merecen jugar. Pero lo del rompecabezas no ha pasado muchas veces porque hemos tenido muchas bajas», aseguró Ancelotti en la rueda de prensa previa al duelo contra el Valencia. La realidad es que el italiano tiene una gran duda y dos opciones.
Sin Camavinga y con Nacho
Una opción que tiene Ancelotti es dejar en el banquillo a Eduardo Camavinga, que regresa tras cumplir un partido de sanción frente al Sevilla. Para ello, el italiano apostaría por una pareja de centrales formada por Rüdiger y Nacho, mientras que en el corte estaría Tchoauméni. El francés va a jugar sí o sí, pero la gran duda es dónde lo hará.
Con este equipo, el resto del once titular es claro. Lunin estaría en la portería, Carvajal y Mendy en los laterales, por delante del corte formaría Valverde y Kroos, Bellingham regresaría a la punta del diamante y el dúo ofensivo sería el compuesto por Rodrygo y Vinicius.
Tchouaméni como central
Otra posibilidad es que Ancelotti decida que Tchouaméni sea central, por lo que Nacho se iría al banquillo. Si esto sucede, el elegido para ocupar el pivote en el centro del campo sería Eduardo Camavinga. Esta decisión es arriesgada, ya que sería prescindir del capitán, pero no se puede descartar.
Por otro lado, el resto del once titular sería el esperado por todos. El regreso de Bellingham llevará a Brahim al banquillo. El malagueño ha cumplido con nota durante la ausencia del inglés, pero su vuelta, tras superar una dolencia en el tobillo, le devuelve a la suplencia y a cumplir su papel de revulsivo que tanto rendimiento le está dando.
Lunin ya es intocable para Ancelotti
Donde ya no hay debate posible es en la portería. Lunin lo ha prado, y nunca mejor dicho. El ucraniano ha ganado la batalla a Kepa y se ha hecho con la titularidad en la portería del Real Madrid. De hecho, ya no sólo para, sino que también da puntos con intervenciones capitales como la que hizo ante el Sevilla en el único momento en el que tuvo trabajo.
Lunin ha sido capaz de ganar una batalla que estaba perdida. Entre Llopis y Ancelotti le apartaron de la pelea de la portería, que por decreto fue para un Kepa Arrizabalaga que llegó en la jornada 2 de Liga y la tercera ya era el dueño del arco madridista. Hasta que llegó el calentamiento previo al duelo que enfrentó a Real Madrid y Sporting de Braga en el Bernabéu y el vasco se lesionó.
Lunin, con el que se había sido injusto, tuvo que ponerse bajo los palos y en un ejercicio de profesionalidad espectacular mostró un rendimiento impecable. Tanto fue así que Ancelotti, que llegó a asegurar en rueda de prensa que cuando se recuperase Kepa iba a seguir siendo el guardián de la portería madridista, empezó a dudar hasta el punto que, finalmente, se ha terminado haciendo con el puesto.
¿Y el futuro? Pues el futuro es de Lunin. Él decidirá qué hace. Tiene contrato hasta 2025, por lo que este verano será importante. El Real Madrid cuenta con él y está dispuesto a ofrecerle la renovación, mientras que el ucraniano sabe que por delante tendrá a Courtois, con lo que eso significa.