La remontada épica que vivió anoche el Santiago Bernabéu y que sirvió para que el Real Madrid consiguiera su billete para la final de Wembley que tendrá que disputar el próximo 1 de junio ante el Borussia de Dortmund ha vuelto a levantar envidias en Barcelona. La prensa culé ha vuelto a demostrar que, para ellos, el equipo madridista nunca consigue sus proezas por méritos propios y que cualquier victoria, por épica que sea, debe quedar manchada con una decisión arbitral más o menos discutible.
En el caso de la agónica victoria ante el Bayern de Múnich, la última jugada fue objeto de queja por parte de Tuchel, De Ligt y algunos medios alemanes, circunstancia que ha aprovechado la prensa amiga del club blaugrana para sembrar la duda en sus portadas de este miércoles.
La acción a la que se refieren ocurre en el minuto 113 de partido, cuando el colegiado polaco señaló, a instancias de su asistente, un dudoso fuera de juego cuando De Ligt y Mazraoui buscaban un centro lateral. El árbitro pitó y tanto los defensas del Real Madrid como Lunin se pararon y no continuaron con la jugada.
El balón acabó rechazado y el disparo del defensa neerlandés acabó dentro de la portería del guardameta ucraniano que en ningún momento hizo el menor amago de intentar parar el esférico puesto que la jugada estaba ya invalidada.
Las quejas alemanas y, al parecer también culés, residen en el hecho de que la acción se debería haber dejado acabar y, en caso de haber acabado en gol, revisarla en el VAR. No fue así pero en caso de que Marciniak no hubiera hecho sonar su silbato, los jugadores blancos habrían continuado la jugada con intensidad. Vamos a centrarnos en los periódicos de tirada nacional editados en Barcelona y que, históricamente, siempre han tenido querencia hacia la institución que ahora preside Joan Laporta.
Las excusas de la prensa culé
Mundo Deportivo aparece hoy con el fondo negro, señal de luto recurrente en cada éxito deportivo del eterno enemigo, el Real Madrid. En él, se puede leer el titular ‘Épica y polémica’ para después explicar la jugada que se produjo fuera de tiempo. «Grave error arbitral: pitó fuera de juego en una acción que acabó en el 2-2 y el VAR no pudo revisar».
En la parte de arriba de la cabecera de la prensa culé se pueden leer algunos delirios de grandeza relacionados con futuros fichajes, lo único que genera ilusión en ‘Can Barça’ a estas alturas de la temporada toda vez que no tiene opción de levantar ningún título. El club culé sueña con reforzar su centro del campo con Guido Rodríguez, Zubimendi o Kimmich. El fracaso del equipo de baloncesto en la Euroliga lo dejan para el faldón.
Mientras, el Sport se centra también en la polémica con una fotografía en la que se puede observar el momento en el que el banquillo del Bayern de Múnich reclama a Marciniak la validez del gol de De Ligt. ‘A la final con polémica’, reza el titular mientras apostilla: «Un gol injustamente anulado a De Ligt en el minuto 102 permite al Real Madrid pasar a la final de la Champions».
Este texto manipula claramente la realidad de lo que ocurrió. En primer lugar, la jugada no se produjo en el minuto 102 sino que fue pasado el 112, cuando Marciniak en el 110 señaló claramente que se jugarían dos minutos más. Por lo tanto, la acción estaba fuera de tiempo. Pero, además, es que el gol no fue anulado porque el silbato del árbitro no sonó con posterioridad al disparo de De Ligt. El balón queda rechazado, el colegiado pita, la defensa madridista se para y el jugador del Bayern dispara. Ese fue el orden de los hechos, por lo tanto la jugada ya estaba anulada anteriormente.