Modric se lo merece
«Quiero seguir porque me lo merezco, no porque me lo regalen». Estas palabras, que retumbaron con fuerza en la sala de prensa de Anfield en la previa del duelo que ha enfrentado a Liverpool y Real Madrid en la ida de los octavos de final de la Champions, las pronunció un Luka Modric tocado. No enfadado, pero sí exigiendo un respeto que siente que no ha tenido en los últimos tiempos.
El cerebro del equipo que ha ganado las últimas cinco Champions está puesto en duda. Hay quien asegura que ya su etapa en el conjunto blanco debería finalizar esta temporada, aunque si uno se queda con su fútbol rápidamente ve que tiene cuerda para rato. Es posible que con un papel diferente al que ha desempeñado en la última década, pero siempre importante y sumando.
Modric brilló con luz propia en la ida de los octavos de final de la Champions. Ancelotti apostó por el croata de inicio y éste no le defraudó. De hecho, el entrenador italiano siempre tuvo claro que Luka iba a jugar sí o sí y es por ello que probó con él en el equipo titular en los últimos entrenamientos. Su rendimiento en Anfield fue, siemplemente, espectacular.
Ancelotti reconoció que cuando el equipo estaba tocado como el boxeador que recibe un golpe en la mandíbula, el único que estaba al nivel esperado era el croata. Junto a Karim, resucitó a un equipo hundido que terminó logrando un resultado histórico ante el Liverpool. En cuanto empezó a aparecer, el equipo blanco vio la luz en ataque y empezó a coleccionar llegadas con claridad a la meta de Alisson.
En definitiva, que fue clave en la remontada con su juego y sumando en los goles. Primero, lideró en la medular junto a Camavinga y Valverde. Después, puso un centro perfecto a Militao en el 2-3. Y finalmente, comenzó la contra que acabó en el 2-5 de Benzema. Un gol para la historia. Tras el partido, Ancelotti calificó su actuación como «lo de siempre». «Hemos visto al Modric de siempre. Constante, continuo, con confianza. Ha sido la clave para salir de la presión», aseguró.
Modric acaba contrato el próximo 30 de junio y el Real Madrid tiene que afrontar una situación que ya llevó a cabo el curso pasado con la ampliación de un año más. Ambas partes tienen que sentarse a hablar, pero el croata tiene claro que quiere seguir un año más vistiendo de blanco.