Con la confirmación oficial de la salida de Luka Modric del Real Madrid al final de este curso, se cierra uno de los capítulos más gloriosos en la historia del club blanco. Y es que la marcha del croata tras trece temporadas pone punto final a una era marcada por el dominio en Europa y en el mundo, y en la que el trío CMK -Casemiro, Modric y Kroos- se convirtió en sinónimo de excelencia, equilibrio y fútbol de élite.
La despedida del mediocentro croata de 39 años llega dos años después de la marcha de Casemiro al Manchester United en 2022 y apenas un año después de la retirada de Kroos, quien se despidió de los terrenos de juego tras caer eliminado con Alemania ante España en la última Eurocopa.
Oficialmente, la CMK ya es historia. Pero no una historia cualquiera, pues se trata de una de las mejores líneas de mediocampo jamás vistas en el fútbol moderno. Los tres juntos construyeron una etapa dorada en el Real Madrid, siendo pieza clave en la conquista de cuatro Champions League entre 2014 y 2018, y una quinta en 2022, además de múltiples títulos nacionales e internacionales.
El cerebro, el pulmón y el metrónomo
Casemiro era el ancla defensiva; Kroos, el arquitecto del pase; y Modric, el alma creativa. Cada uno tenía su rol y cada uno era imprescindible. El brasileño aportó equilibrio, recuperaciones y agresividad; el alemán, precisión quirúrgica y control del ritmo; y el croata, magia, visión y capacidad para aparecer en los momentos cruciales.
Desde que se consolidaron como titulares indiscutibles bajo el mando de Carlo Ancelotti y Zinedine Zidane, dominaron la escena europea como pocos tríos antes lo habían hecho. La CMK fue mucho más que un centro del campo: fue un sistema en sí mismo. Su entendimiento mutuo, su resistencia física y su liderazgo dentro del vestuario marcaron a fuego una época dorada en Chamartín.
El adiós de Modric
Modric aterrizó en el Real Madrid en 2012 procedente del Tottenham, en medio de dudas y críticas. Le costó asentarse en sus primeros meses, pero una vez encontró su sitio, no lo volvió a soltar. Hoy el croata se marcha como uno de los mejores centrocampistas de la historia del club y del fútbol mundial.
Ganador del Balón de Oro en 2018, el único en romper la hegemonía Messi-Cristiano durante más de una década, el croata ha sido un ejemplo dentro y fuera del campo. Su entrega, humildad y liderazgo silencioso lo convirtieron en uno de los capitanes más queridos por la afición y respetados por sus compañeros.
En un emotivo comunicado, Modric ha querido dar las gracias al club, a sus compañeros y a los aficionados. «Jugar en el Real Madrid me cambió la vida como futbolista y como persona. Me siento orgulloso de haber formado parte de una de las épocas más exitosas del mejor club de la historia. Quiero dar las gracias de corazón al club, especialmente al presidente Florentino Pérez, a mis compañeros, entrenadores y a toda la gente que me ha ayudado durante todo este tiempo», escribió el croata.
Un legado inmortal
El fin de la era CMK no significa el fin del Real Madrid competitivo. Como en otras épocas, el club se reinventa. Pero será imposible no mirar atrás con nostalgia. Los amantes del fútbol recordarán a este tridente no solo por sus títulos, sino por la forma en que transformaron el medio campo en un arte.
Los próximos años traerán nuevos ídolos, nuevos triunfos y nuevos desafíos. Pero la huella de Casemiro, Kroos y Modric quedará grabada para siempre en la historia del club. La CMK se va, pero su legado es eterno.