Siempre vuelve. Pero, es que, la realidad es que nunca se ha ido. Los años pasan por DNI, pero su calidad es incalculable. Don Luka Modric, el hombre que decidió que el Real Madrid iba a ganar el partido contra el Sevilla en el estadio Santiago Bernabéu. Salió del banquillo para eso, para sumar tres puntos que acercan a los suyos un poquito más al alirón.
Ancelotti le mandó a calentar y ya sabemos que eso es que va a jugar. Y así paso en el minuto 75, cuando entró al verde. Seis minutos después, se sacó un latigazo desde la frontal que, tras tocar en el palo por lo ajustado del chut, terminó besando las redes sevillistas. Un zarpazo que dio al Real Madrid tres puntazos y que desató la locura del Bernabéu.
El coliseo madridista sabe que Luka se acaba. La ley de la vida. Por eso, quiere aprovechar momento, cada trago de su fútbol. Y tras el gol, mientras el speaker del Bernabéu gritaba su nombre, el graderío respondía con un «¡Modric!» atronador. Rüdiger representó a cada uno de los madridistas a aupar a Luka durante la celebración.
En definitiva, Modric dejó claro que él no está para homenajes. Todavía no. Que, obviamente, tampoco está para dejar el fútbol, aunque Ancelotti se lo haya propuesto con un tono muy informal. Todavía le queda cuerda. Al final de esta temporada no seguirá siendo en el Real Madrid, pero sí en otro escenario de menor nivel que tendrá el privilegio de seguir viendo de cerca a uno de los jugadores más talentosos del planeta.
Lunin es un muro
Lunin ya no sólo para, sino que da puntos al Real Madrid. Lo hizo al inicio de la segunda mitad, cuando el Sevilla generó su primera gran ocasión de gol y el ucraniano apareció en escena para poner la rodilla y desviar un lanzamiento de Isaac Romero que medio Bernabéu vio dentro de la portería. La intervención del ucraniano por espectacular.
Lunin ha sido capaz de ganar una batalla que estaba perdida. Entre Llopis y Ancelotti le apartaron de la pelea de la portería, que por decreto fue para un Kepa Arrizabalaga que llegó en la jornada 2 de Liga y la tercera ya era el dueño del arco madridista. Hasta que llegó el calentamiento previo al duelo que enfrentó a Real Madrid y Sporting de Braga en el Bernabéu y el vasco se lesionó.
Lunin, con el que se había sido injusto, tuvo que ponerse bajo los palos y en un ejercicio de profesionalidad espectacular mostró un rendimiento impecable. Tanto fue así que Ancelotti, que llegó a asegurar en rueda de prensa que cuando se recuperase Kepa iba a seguir siendo el guardián de la portería madridista, empezó a dudar hasta el punto que, finalmente, se ha terminado haciendo con el puesto.
¿Y el futuro? Pues el futuro es de Lunin. Él decidirá qué hace. Tiene contrato hasta 2025, por lo que este verano será importante. El Real Madrid cuenta con él y está dispuesto a ofrecerle la renovación, mientras que el ucraniano sabe que por delante tendrá a Courtois, con lo que eso significa.
Las notas del Real Madrid
- Lunin: 9
- Lucas Vázquez: 8
- Rüdiger: 7
- Nacho: 6
- Mendy: 6
- Tchouaméni: 6
- Valverde: 7
- Kroos: 7
- Brahim: 6
- Rodrygo: 6
- Vinicius: 6
- Modric: 9
- Ceballos: 5
- Álvaro Rodríguez: 6
- Ancelotti: 8