El Real Madrid ganó 2-3 al Nápoles en la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions. Los blancos remontaron en la primera mitad y en el segundo, cuando recibieron el empate, se volvieron a sobreponer con un zapatazo de Valverde. El Diego Armando Maradona vio lo mejor y lo peor de Kepa, la sociedad Vinicius-Bellingham, que Rodrygo sigue negado y que Modric todavía tiene jugo. Modric fue vital en Nápoles.
Kepa, de la cantada a la parada
En el día de su 29 cumpleaños, Kepa no quiso recibir regalos y sí concederlos. Por ello, a los 19 minutos de partido hizo una salida a la nada en la que no fue capaz de despejar el balón y que terminó provocando el de Östigard. Un tanto que ponía por delante a los italianos y que cortaba la racha de portería a cero que había encadenado el vasco.
El Real Madrid se repuso del golpe, remontó y Kepa se resarció de su error haciendo una grandísima intervención a cabezazo de Osimhen. Rüdiger no estuvo todo lo sólido que debía y permitió el cabezazo del delantero, que se encontró con la intervención del portero vasco.
Rozó el penalti que metió Zieliski a los nueve minutos de la primera mitad e hizo una gran parada para evitar el tercer gol de los napolitanos. Un zapatazo que también fue obra de Zielinski.
Camavinga, otra vez lateral izquierdo
«A Camavinga le digo si prefiere lateral o banquillo… y me dice lateral», aseguraba Carlo Ancelotti en rueda de prensa. Y ante el Nápoles, a pesar de saber que no le gusta, no dudó en volverle a poner en el costado izquierdo, lo que le lleva a abandonar el centro del campo.
Se le vio seguro en lateral izquierdo, como sucedió en Montilivi tras pasar el primer chaparrón de los catalanes. Su salida de balón es más que notable, lo que genera ventaja para los madridistas en ataque. Además, el ver la primera amarilla del partido no le limitó, supo gestionarlo y se remangó en defensa cuando más falta hacía. Estuvo 65 minutos sobre el césped.
La sociedad Bellingham-Vinicius
La sociedad Bellingham-Vinicius funcionó a la perfección en el Diego Armando Maradona cuando el Madrid tuvo que remontar. El inglés vio el desmarque del brasileño, le metió un buen balón y definió a la perfección para poner las tablas en el luminoso.
En el segundo gol blanco, Bellingham se lo guisó y se lo comió. Se disfrazó de Maradona para ir deshaciéndose de rivales y, cuando pisó el área, la puso donde nadie podía pararla para poner a los blancos por delante antes del descanso.
Modric lo demuestra en Nápoles
Tras dos partidos y medio en los que no jugó ni un solo minuto, el croata volvió a jugar frente al Nápoles. A los 65 minutos, Ancelotti le dio entrada al terreno de juego. Desde que pisó el césped empezó a demostrar su calidad.
Modric entró al campo cuando peor lo estaba pasando el Real Madrid. Tras recibir el empate, el Nápoles se hizo con el mando del choque. Pero Luka lo mejoró todo. Poco a poco, fue recuperando el pulso madridista hasta lograr ganar el partido.
Rodrygo sigue negado
No hay manera de que Rodrygo vea portería. Ante el Nápoles hizo buen partido, pero la ocasión que tuvo, a los seis minutos, la estrelló con el portero napolitano. Mantiene su mala racha con la portería rival. No marca desde la primera jornada de Liga contra el Athletic.