Dos partidos. 180 minutos, si no hay prórroga. Eso es lo que le queda por delante al Real Madrid para plantarse de nuevo en una final de la Champions. De conseguirlo sería la quinta en la última década, tras las jugadas y ganas en 2014, 2016, 2017 y 2018. París espera al fondo de un largo y complicado camino, pero vivirá su momento culmen contra el Manchester City. Pep Guardiola se cruza de nuevo en el camino de los blancos, algo que Ancelotti ya tuvo que enfrentar en su primera etapa como entrenador madridista. En aquella ocasión el catalán fue el técnico del Bayern en aquellas semifinales y el recuerdo no puede ser mejor. Carletto y sus atletas ganaron en la ida y machacaron en la vuelta, jugada en Alemania, para continuar su andadura hacia la Décima.
En esta ocasión el duelo que enfrenta a Manchester City y Real Madrid se celebrará con la balanza equilibrada. Los ingleses juegan muy bien al fútbol, lideran la Premier y llegan a esta cita con la experiencia adquirida la pasada temporada, cuando perdieron la final en Oporto contra el Chelsea. Por otro lado, los blancos encaran el cruce con la Liga a punto de alirón, en un estado de forma óptimo y con la sensación de que van a terminar el curso como verdaderas motos. Dos estilos, dos maneras de afrontar el fútbol, pero dos súper equipos que sólo tienen una meta: jugar el 28 de mayo en Saint Denis la final.
El Real Madrid llega a este partido en un grandísimo momento físico y futbolístico, pero con tres de sus pilares entre algodones. Desde la caseta madridista confían en que Mendy y Alaba puedan jugar, mientras que con Casemiro las sensaciones no son las mismas. El brasileño tiene muy pocas opciones de ser titular frente al Manchester City, aunque hasta que no lleve a cabo la prueba a la que someterá en la mañana del martes no se puede dar nada por descartado.
La idea de Ancelotti era reforzar el centro del campo con cuatro hombres, repitiendo el esquema que tan bien funcionó ante el Chelsea en Stamford Bridge, pero sin el brasileño no se puede descartar que sea Rodrygo el que pase a ocupar el costado derecho del ataque madridista desplazando a Valverde al centro del campo. No obstante, también podría mantener su idea con la titularidad de Camavinga. El resto del equipo madridista será el esperado, con Kroos de mediocentro puro si finalmente no juega el carioca. Mendy actuará en el costado zurdo y, salvo contratiempo, Alaba formará en el centro de la defensa junto a Militao.
Bajo en defensas
Enfrente, el City busca cobrarse una nueva víctima española después de eliminar, con muchas dificultades, al Atlético de Madrid en los cuartos de final. Un solitario gol de Kevin de Bruyne le permitió viajar con ventaja al Metropolitano, donde los de Diego Pablo Simeone supieron apagar sus virtudes y le obligaron a defender un rácano 0-0 que le dio el pase a la siguiente ronda.
Los ingleses se agarran a su fortaleza en el Etihad, donde enlazan 19 encuentros sin perder en Champions, sin el sancionado Joao Cancelo, que será sustituido seguramente por Zinchenko, y con el regreso de Rúben Dias, titular por primera vez en mes y medio en el triunfo ante el Watford (5-1), donde Gabriel Jesus se erigió como protagonista con un póquer de goles.
Así, el brasileño, que marcó un tanto y asistió en otro en la ‘vendetta’ de 2020 ante los madridistas, podría contar con un lugar en el diverso frente ofensivo, al que aspiran Phil Foden, Raheem Sterling y Riyad Mahrez, pero también Bernardo Silva, según como configure su medio el de Santpedor y si opta por poner al portugués junto a Rodri y De Bruyne, o sitúa más fuerza con Gundogan.
Más problemas tiene atrás el técnico catalán ya que tiene las dudas de Kyle Walker y de John Stones. La primera es de más importancia ya que el lateral, que se ha perdido los tres últimos partidos, es un jugador clave en la zaga y para frenar la velocidad y el juego al espacio Vinicius, y no tiene un relevo claro ante la baja de Joao Cancelo.