La Liga ha denunciado al Comité de Competición y a la Comisión Antiviolencia todos los insultos a Vinicius Junior que ha identificado tras el partido del pasado sábado en Mestalla entre Valencia y Real Madrid. El brasileño volvió al estadio en el que vivió unos episodios racistas lamentables y, aunque esta vez la competición nacional no recoge ninguna ofensa de este tipo, tuvo que soportar una serie de desagradables comentarios que le provocaron un enfado que le duró todo el partido. Pero ni esto ni las decisiones arbitrales, ni tan siquiera las patadas de los jugadores de Rubén Baraja, le impidieron anotar un doblete.
Los insultos a Vinicius no tardaron mucho en llegar y en el minuto 8 de encuentro un grupo de aficionados locales ubicados en el fondo sur entonaron de forma coral y coordinada durante aproximadamente medio minuto los siguientes cánticos: «Vinicius qué tonto eres» y «Vinicius qué malo eres». 60 segundos más tarde, ese mismo sector generalizó su odio hacia toda la plantilla blanca de la siguiente manera durante 10 segundos: «Madridistas hijos de puta».
La cosa no paró y al siguiente minuto ese mismo grupo entonó esto otro: «Que sí, que sí, puta Real Madrid». Todos los insultos y ofensas procedían de la misma parte del estadio, la grada Mario Alberto Kempes, que en el minuto 23 volvía a la carga contra Vinicius durante 35 segundos con «tonto, tonto» y «Vinicius qué tonto eres» al unísono. Estas palabras, más que desmotivar al futbolista, le insufló una dosis de motivación para acabar empatando antes del descanso.
Una vez superado el ecuador, los ultras la tomaron de nuevo con el brasileño de la misma forma que anteriormente y nueve minutos después sacaron su lado violento durante seis segundos con el cántico «písalo, písalo, písalo», cuando un jugador del Real Madrid se encontraba tendido sobre el terreno de juego. Por último, la Liga no especificó a quién se dirigían estos insultos, pero no es difícil de adivinar que esos insultos de «tonto, tonto», también iban hacia Vinicius, el autor del empate y gol definitivo (2-2).
Los insultos a Vinicius y el gol de Bellingham
Pero de repente, en el último suspiro, Jude Bellingham y el árbitro Gil Manzano le arrebataron a Vinicius todo el protagonismo. El centrocampista británico anotó el gol de la victoria, un tanto que nunca subió al marcador porque el colegiado extremeño señaló el final del choque cuando Brahim Díaz estaba centrando buscando la cabeza del ‘5’, que la embocó a la red para dar la victoria a su equipo.
Eso no pasó porque Gil Manzano había decretado el final en una situación surrealista y con máximo peligro para el Real Madrid, al que le impidieron una épica remontada tras comenzar perdiendo 2-0 con los goles de Hugo Duro y Yaremchuk. Además, Bellingham fue expulsado por dirigirse al árbitro con una «actitud agresiva» para reclamarle que había sido «un jodido gol».
Tras un partido lleno de tensión, Bellingham ha sido castigado con dos partidos de sanción por esa protesta tras su gol invalidado, pero el Real Madrid recurrirá ante Competición con la esperanza de una rebaja que, al menos, le permita estar ante Osasuna la próxima semana. Más complicado parece que pueda estar el próximo domingo en el Santiago Bernabéu contra el Celta de Vigo.
