Jovic está en una situación muy complicada dentro del Real Madrid. El serbio abandonó el Reale Arena el pasado domingo contrariado y bastante enfadado con las decisiones tomadas por Zinedine Zidane. El francés, con empate a cero en el marcador y la necesidad de hacer un gol, quitó a Vinicius y Rodrygo para dar entrada a dos canteranos como Marvin y Arribas, dejando sin participar a Jovic y Borja Mayoral, los dos delanteros que estaban en el banquillo. El serbio no entendió la apuesta de su entrenador y, ahora mismo, no vería con malos ojos buscar una salida.
En los últimos días se ha especulado con la posibilidad de que Jovic haga las maletas en este mercado, que acaba el próximo 5 de octubre. Siempre lo haría en calidad de cedido, ya que ningún club pagaría los 60 millones que los blancos abonaron por su fichaje hace tan sólo un año. La Roma y el Eintracht, donde mostró su mejor versión, no le pierden de vista, aunque la situación del mercado le lleva a un callejón sin salida y, salvo sorpresa, deberá seguir vistiendo de blanco.
Zidane, el que ha sido su principal valedor hasta la fecha, no está contento con el estado físico del delantero. Por ello, de alguna manera le castigó en San Sebastián sin jugar. No obstante, tal y como ha hecho público en sala de prensa, no cree que vaya a terminar cambiando de equipo en los próximos días. Por otro lado, el club no le pone en venta porque sabe que nadie va a pagar lo invertido por él. Además, todo se complica ya que si sale Jovic la entidad presidida por Florentino Pérez no está por la labor de hacer ningún fichaje, por lo que Zizou se quedaría con Benzema, con el que sí cuenta, y con Borja Mayoral y Mariano, ambos en venta.
El serbio participó la pasada temporada 27 partidos, pero tan sólo sumó 806 minutos, logrando dos goles. Unos números que no han estado a la altura de un futbolista que no ha podido suplir en ningún momento a Benzema, que por otro lado ha estado a un grandísimo nivel. De hecho, en esos partidos sólo en ocho fue titular, dos de ellos de la Supercopa de España, cuando Zidane no tenía más efectivos en ataque salvo Mariano.
