Vinicius mete miedo
Vinicius le ha cogido el truco, ha hecho un trato con el gol y mete miedo en la Liga. Su impresionante doblete dio al Real Madrid un triunfo solvente ante el Elche, que sólo se metió en el partido con el gol postrero de Pere Milla. El brasileño se ha convertido, posiblemente, en el jugador más determinante del mundo. Lo sabe Ancelotti y lo saben sus rivales, pero por muchos marcajes y muchas patadas que le den Vini es sencillamente imparable.
Ancelotti dejó a todo el mundo con un palmo de narices y puso de titular a Mariano. Quizá alguno de ustedes ni siquiera recordaba que aún seguía en la plantilla. Al menos el nombre les tiene que sonar. Carletto se permitió también la licencia de poner de titular a Marcelo puede que en el último intento de recuperarle para la causa. Por lo demás, el once del Real Madrid era el del Camp Nou, con Lucas como lateral derecho, los inmortales Casemiro, Kroos y Modric en el medio y con Rodrygo como tercer mosquetero junto a Vinicius y Benzema.
Tras el pinchazo ante Osasuna el Real Madrid no estaba para sustos en el Martínez Valero, uno de esos campos en los que los que jamás ha perdido. Era el momento para que los de Ancelotti recuperaran el juego vertical y burbujeante para sacar los tres puntos en uno de esos estadios donde se ganan las Ligas. O se pierden.
Los blancos (azules en Elche) salieron con prisa. Raudo se hicieron con la pelota, mientras que los locales se cerraron con sus dos líneas de cuatro muy juntitas para recortar el espacio a Vinicius y Rodrygo. Precisamente un disparo de este último a los dos minutos atestiguó que los guantes de Kiko Casilla, ex del Madrid y ahora portero del Elche, eran de buena calidad.
Partido partido
Los locales no le perdieron la cara al partido mientras el Real Madrid fue perdiendo gas. Bueno, gas y un saco de balones estúpidos que provocaban que el Elche atacara espacios a la contra. Era un mala noticia para el equipo de Ancelotti. Que empeoró con la lesión muscular de Rodrygo en el minuto 15. Carletto metió a Asensio, quizá porque Hazard no necesita sábana para ser un fantasma en el Madrid.
En el 18 la cosa pudo haber ido a peor para el Real Madrid si Courtois no hubiera metido una espectacular manopla a Lucas Bollé en un mano a mano, después de que el delantero del Elche que vio la puerta abierta que se había dejado abierta Marcelo.
Lo que ocurrió después se lo habré contado un millón de veces. La ley del fútbol: el que perdona, lo paga. Apenas dos minutos tardó el Real Madrid en penalizar al Elche. Fue una recuperación de primeras de Casemiro, que vio a Mariano solo en la frontal. El delantero se sacó un taconazo que hubieran firmado Neymar, Zidane, Messi o Maradona y habilitó con él a Vinicius. El brasileño, pleno de confianza, cruzó de zurda ante Kiko Casilla. Golazo.
El Elche acusó el golpe y pudo conceder el segundo en una jugada de caballo percherón de un Mariano que se había desatado. El delantero sentó a su par, sentó a Casilla con una bicicleta y llegó tan forzado que su disparo se estrelló contra el lateral de la red.
Mariano y Vinicius se desatan
Otra vez Mariano, que estaba chupando más cámara que Pedro Sánchez en La Sexta, rondó el gol en el 33 tras un acrobático salto para intentar cabecear un centro de Marcelo. No llegó por escasos centímetros. Respondería el Elche poco después con una buena maniobra de Bollé, que sentó a Alaba, luego la mejoró Pastore con un taconazo y la acabó echando fuera Lucas Pérez.
El primer tiempo se fue consumiendo hasta llegar al 45 sin nada reseñable que consignar aquí más allá del pitido final de De Burgos Bengoetxea. Reanudóse el juego sin cambios. Siguió dominando el Real Madrid, que tuvo una llegada que murió en los pies de Asensio para hacer el 0-2.
También pudo Fidel empatar en el 52 pero su media volea de zurda se marchó fuera por poco. El partido empezó a tener una ida y vuelta tan interesante para el Elche como peligrosa para el Madrid. Un par de avisos de Lucas Bollé, que les estaba dando la sobremesa a Alaba y Militao, hicieron que Ancelotti se echara otro chicle al coleto.
El Real Madrid pedía a gritos un cambio (Camavinga, por ejemplo) pero a Carletto no le había sonado la alarma del móvil. Entonces Raúl Guti decidió echar una mano al Madrid con una entrada a Kroos en la que se autoexpulsó. Era el minuto 63 y el partido cambiaba del todo. Ancelotti cambio a los laterales de golpe: Lucas y Marcelo fuera, Carvajal y Mendy dentro.
Cambio de laterales
Y entonces, con uno más y los laterales buenos, llegó el segundo del Real Madrid. Fue una jugada en la que participaron los tres centrocampistas: Casemiro recuperó, Kroos filtró el pase y Modric asistió. ¿Y quién marcó? Pues Vinicius, que se cascó un desmarque de ruptura maravilloso y una definición propia de Ronaldo Nazario con una preciosa picadita a Kiko Casilla. Golazo. Otra vez.
Ancelotti lo celebraba apretando los puños como quien se alegra de que un hijo vuelva a casa con sobresalientes. El brasileño se ha convertido en la sensación de la Liga y en uno de los jugadores más determinantes del mundo. Y eso lo ve cualquiera, menos Tite, seleccionador de Brasil, convertido en un Rompetechos futbolístico.
En el 85 Ancelotti premió a Vinicius con un cambio para que le ovacionara el Martínez Valero. Salió Hazard para los minutos de la basura y zas, marcó el Elche. No fue culpa del belga, sino Casemiro, que perdió una pelota fácil en zona defensiva y propició el gol de Pere Milla, que metía a los locales en el partido para los minutos finales.
Por suerte para el Madrid, pasaron sin grandes sobresaltos. Al Elche no le quedaba fuelle para intentarlo y los jugadores madridistas no cometieron más tropelías. Al final, se llevaron los tres puntos del Martínez Valero gracias a una nueva exhibición de Vinicius, el hombre de la Liga.