«Cada partido nos salva un gol». De esa forma tan directa definen a Courtois Zidane y su cuerpo técnico, sabedores que tienen en el belga a su muro de la esperanza para la eliminatoria ante el Chelsea. Thibaut, que está siendo el mejor jugador del Real Madrid esta temporada, llega al duelo ante su ex equipo con una racha de cuatro encuentros consecutivos imbatido.
Más allá de la estadística de los 360 minutos sin encajar un gol se esconde un portero gigante. Courtois llegó al Real Madrid con la vitola de ser un meta de eficacia contrastada capaz de ganar Ligas con el Atlético y con el Chelsea, que no es moco de pavo. Era top 5 a nivel mundial pero en su primer año se topó con un Madrid ruinoso y el Bernabéu se le cayó encima de golpe. No estuvo a su nivel y el equipo tampoco le ayudó.
El año pasado Courtois ya fue Courtois. El portero guardó las dudas en el cajón y se puso los guantes de parar. La Liga del confinamiento pasó por sus manos y fue la piedra sobre la que se sostuvo el sólido edificio que construyó Zidane para ganar una Liga inesperada con un equipo en construcción.
El Messi del Madrid
Esta campaña Courtois ha dado un paso adelante y se ha convertido en el Messi del Real Madrid, el jugador decisivo. No marca goles pero los evita y no hay partido en el que no meta una mano (o un pie) para salvar a su equipo en el momento justo. Recuerda al San Iker de sus mejores milagros.
A falta de gol Courtois es la gran esperanza blanca. Su racha de cuatro encuentros sin encajar gol –Liverpool, Getafe, Cádiz y Betis– demuestra que el belga llega a los dos duelos ante el Chelsea en uno de sus mejores momentos de la temporada. La mejor noticia que podría tener Zidane con un equipo con tantos problemas de pegada desde que se fue Cristiano.
Las semifinales de Champions para el Madrid están en manos de Courtois. En buenas manos.
