‘Carletto’, el Real Madrid tiene un problema
Dos derrotas consecutivas y tres partidos sin ganar desatan la primera crisis de la temporada en el Real Madrid
La cúpula del club blanco y la plantilla no entienden los bandazos de Ancelotti ni en la pizarra ni en las alineaciones
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Apenas diez partidos oficiales, ocho de Liga y dos de Champions, ha tardado el Real Madrid en sumirse en su primera crisis de la temporada. Sendas derrotas consecutivas e inesperadas ante los modestos Sheriff y Espanyol y tres partidos sin ganar hacen saltar las alarmas en la cúpula del club blanco, que no entiende los bandazos de Ancelotti en la pizarra y en las alineaciones. Y los jugadores menos todavía.
Primera crisis
Ahora el Real Madrid afronta su primera crisis de la temporada en el peor momento posible: con dos semanas de parón para darle vueltas. Las derrotas frente al Sheriff y el Espanyol disparan las dudas, sobre todo atrás, en torno a un equipo que se había sujetado en los primeros partidos asido a un enorme poderío goleador.
En cuanto el Real Madrid ha perdido puntería han llegado las derrotas y con ellas la crisis. Es evidente que el principal problema del equipo de Ancelotti está atrás y es comprensible. El equipo blanco ha perdido a sus dos centrales titulares durante casi una década y lo nota, más aún cuando los centrocampistas no arriman el hombro.
Esta pizarra es un caos
Todo iba bien hasta que Ancelotti se puso a inventar. El Real Madrid había arrancado la Liga (sin contar con el borrón ante el Levante) con la sensación de equipo poderoso y entretenido. Ganaba a campo abierto. Y tenía flor cuando hacía falta, como en San Siro o en Mestalla. Pero ante el Villarreal a Carletto le dio por poner a Valverde de lateral derecho y ahí empezó todo.
Frente al Sheriff en Champions, nuevo desbarajuste táctico incluidos cuatro cambios de golpe y un equipo que terminó con más delanteros que defensas sobre el campo como si estuviéramos en los años 50. Ancelotti rizó el rizo ante el Espanyol para sentar a Casemiro y colocar un 4-4-2 en el que Alaba volvía a ser lateral, Nacho central y Camavinga jugaba de medio estorbo. Con los cambios empeoró la cosa, así que otra derrota del Real Madrid y crisis al canto.
Un Madrid sin defensas
El desbarajuste de Ancelotti empieza por la defensa. A falta de Carvajal y Mendy, los laterales titulares indiscutibles, Carletto ha probado todo. Alaba ha sido lateral y central. Nacho ha jugado en los cuatro puestos de la defensa. Militao… bueno, Militao es Militao. Y en el lateral derecho también han jugado Lucas Vázquez y hasta Fede Valverde. Demasiados cambios como para conseguir una defensa estable y sólida en el año uno después de Sergio Ramos.
Camavinga no encuentra su sitio
Camavinga llegó al Real Madrid como un soplo de aire fresco. La energía y el vigor de sus 18 años le hicieron ganarse rápido (puede que demasiado) los elogios de crítica y público, pero el francés todavía está verde. Si encima Ancelotti le pone un día de interior, otro de lateral, otro de mediocentro y otro de mediapunta, es normal que el chico acabe volviéndose loco y corriendo como un pollo sin cabeza por el césped.
Ni Hazard tampoco
Capítulo aparte merece lo de Hazard. El belga ni está ni se le espera. Fue titular e invisible los dos primeros partidos. Vinicius le quitó el sitio por la vía rápida y ahora se ha convertido en un suplente incómodo. No tiene sentido que el Real Madrid tenga a una superestrella del fútbol mundial, por muy venida a menos que esté, sentada en el banquillo. No es sostenible ni en términos deportivos ni económicos. Hazard se ha convertido en un marrón para el Real Madrid.
Con Benzema sólo no basta
Menos mal que al Real Madrid siempre le quedará Benzema. Karim es el mejor jugador de esta Liga devaluada y lo sabe. Pero con él solo no basta. Necesita un equipo detrás que sujete sus genialidades y que respalde sus goles con cierto trabajo defensivo. Con Benzema solo al Real Madrid no le basta. Y tampoco a Ancelotti, que empieza a estar señalado en la cúpula… y en el vestuario.