Victoria trabajada y merecida del Real Madrid ante el Athletic en San Mamés en un partido intenso y con alternativas. Un penalti, VAR mediante, de Dani García a Marcelo, lo ejecutó Sergio Ramos para dar la victoria a los de Zidane, que vuelven de Bilbao con tres puntos de campeonato. A falta del partido en Villarreal del Barça, que por una vez juega después que el Madrid, los blancos tienen una ventaja de siete puntos que huele a definitiva.
Zidane volvió a hacer de las suyas con la alineación. Sin Varane ni Hazard, dos de sus intocables, el técnico del Real Madrid dejaba en el banquillo de San Mamés a Kroos y Vinicius y apostaba por la vuelta al once de Fede Valverde, además de colocar a Rodrygo y Asensio (titular por primera vez desde su lesión) escoltando a Benzema, fijo e insustituible en la delantera del equipo blanco.
Una victoria en San Mamés metía la Liga en el bolsillo del Real Madrid y por eso los blancos salieron a toda mecha. Presionaban arriba con valentía y un punto de furia. Se adueñaron de la pelota mientras el Athletic replegaba en busca de atacar los espacios a la espalda de la defensa blanca. Garitano quería un partido cerrado y buscar las contras. Zidane, ponerse por delante y encarrilar una victoria decisiva para la Liga.
Benzema, asistido por Carvajal, dispuso de la primera gran ocasión del equipo blanco en San Mamés antes del cuarto de hora. Antes la había tenido Asensio al botar una falta. Perdonó el Real Madrid, pero resistió el Athletic y respondió con una carrera poderosísima de Williams. Sentó en velocidad a Sergio Ramos y, como por ensalmo, apareció Militao para hacer su primera buena acción desde que está en el Real Madrid. Metió un pie salvador en la frontal y evitó que Williams se plantara ante Courtois.
Ya en el 20 tuvo en sus botas Rodrygo la mejor ocasión del partido. La gestó Marco Asensio con una buena comba y asistió al brasileño, que la marró solito en el segundo palo. Echóse las manos a la cabeza consciente de su pifia, propia del mismo Vinicius. El Real Madrid avisaba, pero Williams era para la defensa blanca lo mismo que Pablo Iglesias para España: una amenaza y un peligro constante.
Williams, potencia sin control
El partido hacía la goma como Perico en sus tiempos del Tour. Paraba y aceleraba. El dominio territorial y de la pelota, frisada la media hora de juego, era del Real Madrid pero el vértigo lo ponía el Athletic con el velocista Williams, cefalea constante de la zaga de Zidane. Si este chico tuviera gol, sería el delantero de uno de los grandes clubes de Europa… y de la selección.
Precisamente en el 35 echó Williams a las nubes un mano a mano que él mismo se había cocinado delante de Courtois. Respiraba aliviado Zidane. El duelo volvía a tener vértigo, aunque ambos equipos parecían cómodos en el escenario del intercambio de golpes. Además, a ninguno le incomodaba el empate. Que pudo haber deshecho de un cabezazo Benzema tras una maravillosa asistencia de Asensio justo antes de que el árbitro señalara el camino de los vestuarios.
Al intermedio nos fuimos con 0-0 en San Mamés, con un partido dinámico y de dominio alterno, con ocasiones en ambas áreas, quizá las más claras para el Real Madrid, pero con la sensación de que Athletic y Real Madrid firmaban tablas con justicia.
Un empate cómodo
En la reanudación todo siguió igual. La pelota para el Madrid, las contras para el Athletic. El cansancio empezaba a asomarse en las piernas de algunos futbolistas y era el momento de los talentosos. Los de Zidane la pedían al pie y aun así merodeaban todo el tiempo el área de Unai Simón. Parecía que el Real Madrid empezaba a cocinar el 0-1.
Era el momento de meter más madera para atacar a la defensa del Athletic, cada vez más agotada. Y fue así, en uno de esos ataques de Marcelo, como el Real Madrid encontró el penalti clamoroso que le hicieron al brasileño. El pisotón de Dani García no admitía discusión y, aunque el colegiado no lo vio, le ayudó el VAR.
Sergio Ramos ejecutó la pena máxima y, como siempre, anotó. El Real Madrid se adelantaba en San Mamés y encarga la Liga. Apenas 18 minutos más la prolongación le quedaban a los de Zidane para sellar una victoria de campeonato. Zidane decidió entonces cambiar de bandas. Lucas Vázquez y Vinicius por Asensio y Rodrygo.
Penalti de VAR
Cinco minutos después reclamó penalti Raúl García por un pisotón de Sergio Ramos, pero la acción, para ser sinceros, aunque el contacto existió apenas fue un resbalón fortuito. El Athletic trató de echarse al monte en busca de empate, mientras el Real Madrid dio dos pasitos hacia atrás. Zidane quitó a Valverde para meter a Kroos con el objetivo de recuperar la pelota perdida.
En los últimos minutos Zidane metió a Jovic, que por ahí sigue pululando en la plantilla del Real Madrid, y el equipo blanco supo resistir las embestidas finales del Athletic, que se quedó compuesto y sin empate. Los blancos, que volvieron a dejar la puerta a cero, se llevaron de San Mamés una victoria que bien puede valer una Liga.