Culpar a Karim Benzema del bajón del Real Madrid sería injusto y desproporcionado. El delantero francés fue el único que dio un paso adelante tras la dolorosa salida de un Cristiano Ronaldo cuya sobra todavía es alargada en el Santiago Bernabéu. El caso es que el conjunto blanco sigue acusando una grave y preocupante falta de gol, en parte agravada porque el ariete galo no atraviesa una buena racha de cara a portería, pues ha marcado sólo dos goles en los últimos 12 partidos.
Su apagón llega en el peor momento posible, cuando el Real Madrid se está jugando la temporada. De hecho, los blancos ya quedaron apeados de la Copa del Rey a manos de la Real Sociedad, mientras que han perdido el liderato tras empatar ante el Celta y caer frente al Levante. Dos duelos en los que no ha marcado Benzema, como en varios otros. El francés dio el triunfo a los suyos en el derbi madrileño contra el Atlético de Madrid, su última diana, y la anterior fue el 29 de enero frente al Zaragoza en Copa.
Falta de pegada y de goleadores
Es evidente que el Real Madrid depende de los goles de Karim, pues la falta de pegada del conjunto merengue es notoria. Falta un delantero matador en la plantilla. Jovic no está rindiendo al nivel esperado, Mariano no cuenta para Zidane y hay un grupo de jugadores que no terminan de dar un paso adelante por una cosa u otra. Las lesiones están fastidiando a Hazard, Bale ni está ni se le espera, los jóvenes brasileños todavía están verdes para ser referencias…
En definitiva, un bache el de Benzema que ha llegado en el peor momento posible. Sin embargo, tiene por delante una semana clave para poder revertir la dinámica y ayudar al Real Madrid en dos citas trascendentales: la ida de octavos de final de la Champions League ante el Manchester City y el Clásico liguero del próximo domingo con el liderato en juego.