Valorada en siete millones de euros y con todo tipo de lujos y detalles, así es la vivienda que ha tenido alquilada Bale, que curiosamente está a escasos diez minutos en coche de un campo de golf, el del Grupo Santander. No es un tema baladí este debido a la afición de Bale por ese deporte, algo que quizás llevara al jugador y su familia elegir esa casa, por la que ha venido pagando más de 10.000 euros al mes.
La cosa no queda ahí. En lo que se refiere a su modo de transporte por Madrid, Bale tampoco ha escatimado todos estos años. En su garaje tiene un Ferrari GTC4 Lusso, un Mercedes SLS AMG, un Bentley Continental GT, un Lamborghini Huracan, un Audi que le cede la firma por su acuerdo con el Real Madrid… Con todo esto, queda claro que Bale dice adiós a una vida de lujo que ahora llevará en otro país.