El vestuario del Madrid tras perder la Copa: «Tenemos que ponernos las pilas»
El Real Madrid tiene una mala sensación tras caer con claridad en la Copa del Rey ante el Barcelona. No es para menos, el equipo no estuvo ni cerca de poder competir a los culés en su segundo encuentro por un título esta temporada. El primero cayó de su lado, pero muchas cosas han cambiado en el seno del equipo dirigido por Pablo Laso empezando por las lesiones y las salidas del equipo.
Los blancos se midieron al Barça con cuatro jugadores menos que en la última ocasión –Campazzo, Randolph, Rudy y Taylor– notando en demasía unas ausencias que no han sido cubiertas del todo. En el club hay confianza plena en jóvenes talentos como Abalde, Alocén o Garuba, pero son conscientes de que darle la responsabilidad únicamente a ellos puede hacer peligrar su progresión.
«Tenemos que ponernos las pilas. Esto no ha hecho más que empezar», explican desde el vestuario blanco tras la derrota. Los veteranos del equipo saben que se acerca un momento complicado retumbando de fondo las campanas del fin de ciclo. Pese a que se ganó la Copa del Rey de 2020, el equipo ha ido sufriendo un paulatino declive en cuanto a resultados que se acentuó con la salida de Doncic.
El club sabe que tiene un desafío mayúsculo por delante consistente en renovar a su veterana columna vertebral que tiene una media próxima a los 35 años. Saben que Felipe Reyes y Jaycee Carroll colgarán las botas al 95%, mientras que Rudy Fernández y Sergio Llull van a tener que dar un paso al lado para dar cabida a los jóvenes emergentes.
Laso tiene que saber encontrar esa mezcla entre las dos facciones para dar una identidad ahora perdida por el equipo. Hubo un tiempo que eran los mejores de Europa atacando, otro en que cuando se ponían a defender nadie les tosía y otro que eran flechas al contragolpe. El técnico vitoriano va a tener que hacer el milagro de su carrera, pero existe predisposición clara en sus jugadores a que esto salga bien.
El Barça, reconocen ellos mismos, juega a día de hoy en otra dimensión y habrá que prepararse a conciencia para poder hacerles frente. El Madrid acepta que ya no es el equipo que dominó la última década porque básicamente les han arrebatado a sus estrellas y apenas han podido fichar a jugadores contrastados como Higgins, Calathes o Mirotic para tapar esos agujeros. No en vano, los culés siempre sobrepujaron cuando sus intereses convergieron con los blancos como fue en los casos de Davies o Claver.
«No me comparo con ningún otro equipo, pienso en el mío, y creo que debemos mejorar si queremos competir al más alto nivel», dijo Laso públicamente sin escudarse en excusas.
El Real Madrid sabe que de aquí a final de temporada deberá cambiar drásticamente para poder competir contra el Barça. Los tiempos de dominio aplastante han llegado a su fin, toca arremangarse y como dicen en el vestuario «ponerse las pilas» para que no vuelva a pasar lo mismo de la Copa.