Jornada 2 de la Euroliga: Real Madrid-Olympiacos

El Real Madrid tumba al Olympiacos en la primera noche mágica de Scariolo en casa

Victoria capital de los blancos para curar heridas (89-77)

Partidazo coral tras encajar un 19-29 en el primer parcial

Los griegos fueron el verdugo de los madridistas en la pasada temporada

El Real Madrid tumbó al Olympiacos y Sergio Scariolo vivió su primera noche mágica en el Palacio de los Deportes (89-77). El equipo blanco, como ya hizo el año pasado con Panathinaikos, tumbó a su verdugo en la última Euroliga en una segunda jornada que les llena de moral tras los batacazos en Bolonia y en la Supercopa. La pizarra del italiano se reflejó en unas dotes defensivas que encarnó David Krämer secando a Evan Fournier y de las cuales los madridistas se han empapado en tiempo récord para una victoria forjada desde los básicos.

El cuadro blanco mejoró los triples (9/22), igualó en el rebote al tercero de la pasada Final Four (37-37) y le superó en asistencias (18-16), muestra de un juego cada vez más coral y con menos chispazos individuales. Dentro de la mejoría, Mario Hezonja fue el máximo anotador (18 puntos y 3 rebotes) y Facundo Campazzo el director y líder a la hora de la verdad (9 y 8 asistencias).

Olympiacos le dio un baño de realidad al Real Madrid nada más empezar. Un golpe del que fue capaz de levantarse airoso para acabar mostrando su mejor versión posible en este momento. En cuestión de 5 minutos, el equipo de Bartzokas cogió 8 puntos de ventaja, anotando 17 en un pispás. 10 fueron de Tyler Dorsey (20 al final con 4/8 en triples), el pistolero nacionalizado con Grecia que apeó a España del Eurobasket 2025 hace menos de un mes.

El Madrid no encontraba la manera de defender a Dorsey, que en el primer cuarto acabó enchufando 16 puntos. 7/8 en triples de Olympiacos. Una auténtica monstruosidad digna del favorito a ganar la competición. O uno de ellos. El equipo blanco demostró en los primeros 10 minutos que aún no está en ese escalafón, pero gracias a la entrada de Campazzo consiguió que la brutal puntería griega no le sacara del partido (19-29).

Emerge Hezonja

Asomó la cabeza el Real Madrid en el segundo cuarto con triples de Hezonja y Sergio Llull, más tres tiros libres del capitán, y amenazó un Olympiacos que, lógicamente, bajaba sus porcentajes (35-40). Pero en un abrir y cerrar de ojos tras tiempo muerto de Bartzokas, su equipo, liderado entonces por Tyson Ward, fichaje de campanillas de este verano, se propulsó de nuevo hasta la máxima ventaja (35-44).

La respuesta del Real Madrid fue inmediata y llegó desde la defensa. Los blancos comenzaron a mejorar bloqueos y rebotes y eso le sirvió para ponerse a uno de los griegos y levantar al Palacio (44-45). Gaby Deck, fundamental, al nivel de su gran actuación en la Supercopa y Chuma Okeke mejorando a cada minuto que pasaba en cancha.

Los árbitros frenaron el arreón madridista con dos faltas incomprensibles que encendieron al Palacio y Olympiacos logró despegarse al descanso aprovechando los libres (47-53). El Real Madrid volvió a responder con un inicio fulgurante de segunda parte y obtuvo su primera ventaja del encuentro con un 15-6 cocinado entre Andrés Feliz, Hezonja y Alberto Abalde.

Era el mejor tramo de los de Scariolo y debían a sacarle partido para machacar a todo un Olympiacos que no dejaba de remar con sus estrellas, especialmente con un Sasha Vezenkov que un día flojo te firma un 13-9 (puntos y rebotes). Aunque su notable descenso al triple se acabó reflejando en el marcador (8/14 en la primera parte y 0/13 en la segunda).

Llull perdonó una oportunidad de dejar el partido en una canasta antes del último acto fallando dos libres y, en un robo de Okeke tras rebote, Campazzo se topó con el gigante Milutinov, que a su vez se estampó con una defensa blanca muy crecida (64-69). Esa era la clave de los de Scariolo. Los jugadores lo entendieron y Usman Garuba y Krämer se contagiaron para salir a minimizar a los griegos.

El Real Madrid acaba gustándose con Olympiacos

El equipo fluyó en ataque gracias a esas sólidas bases atrás, comandado por un gran Lyles (8 puntos y 3 rebotes) al inicio del último cuarto. La polémica no faltó en los 10 minutos finales de un clásico europeo del que Bartzokas, incomprensiblemente, volvería a irse sin que le pitaran una sóla técnica, pero los árbitros no desconcentraban a un Madrid en el que se palpaba la mano de Scariolo como nunca. Y el Olympiacos, incluso venido a menos, no quería dejar de apretar (76-73, minuto 27).

Una bombita de Campazzo daba la máxima al Madrid (80-73, min. 28) y obligaba a reaccionar al cuadro heleno. El argentino fue esencial en la segunda parte en defensa y acabó siéndolo en ataque. Mención especial a Krämer y su defensa a Fournier, gran culpable de secar a Olympiacos a 8 puntos en el último parcial (25 de los de Scariolo).

Los blancos llegaron a gustarse al final del choque con Olympiacos sobre la lona y Hezonja y Deck anotando de dos y tres respectivamente para acabar ganando de 12. Todo salió a pedir de boca. Triunfo de confianza para afrontar con la cabeza alta las 36 batallas que restan a la Euroliga más larga de la historia.

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