El histórico cambio que convirtió a Roland Garros en el mejor torneo del mundo

• Nacho Atanes @nacho_atanes
• Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.
• • 31/05/2023 18:21
  • Actualizado: 31/05/2023 18:28

La historia de Roland Garros está repleta de partidos históricos que han encumbrado a un gran número de tenistas extraordinarios en un torneo considerado por muchos como el mejor del mundo, tenísticamente hablando. Sin embargo, el paso de los años supuso un varapalo para el torneo celebrado en París, ya que en términos de vanguardismo no supo adaptarse a los nuevos tiempos, hasta que en 2020 completó un cambio necesario que le permitió volver a colocarse en lo más alto del tenis mundial.

Roland Garros lo tenía todo. Contaba con los mejores tenistas del planeta, contaba con los encuentros más épicos, favorecido por ser el único Grand Slam en tierra batida, donde los puntos son más peleados y duros, y también con unas instalaciones en un lugar idílico, en París, y con un número de pistas de gran calibre. Sin embargo, la modernización del deporte hizo que el torneo parisino se quedara obsoleto, perdido entre los avances de otros Grand Slams con quizá menos historia, caso del Open de Australia y el US Open, pero con unas pistas preparadas para el tenis del siglo XXI.

No hablamos tanto de la superficie, si no de las condiciones para los espectadores y, sobre todo, para la organización del propio torneo. Los partidos en Roland Garros se acababan cuando se iba la luz y en caso de aparecer la lluvia, caso posible en París en fechas de competición, la jornada tendría que pararse, acumulando retrasos que podían condicionar los cuadros en uno de los cuatro torneos de Grand Slam.

El gran cambio en Roland Garros

Roland Garros se jugaba con luz natural y no tenía techada la pista central, algo de lo que sí podían presumir otros torneos, pero en 2020 llegaría el gran cambio con la finalización de la obra de remodelación del gran escenario que alberga los partidos decisivos del torneo francés, la pista Philippe Chatrier, cambió su imagen, con un techo retráctil que permitía jugar bajo techo en caso de que las condiciones meteorológicas obligaran a ello, añadiendo un punto más también con la luz artificial, dotando a la noche de París de un nuevo atractivo con una sesión vespertina alargada, si era necesario, hasta la madrugada.

En el proyecto del torneo, la segunda pista en importancia, la Suzanne Lenglen, realizará el mismo cambio y se espera que para 2024 los dos estadios principales de Roland Garros cuenten con la posibilidad de jugar partidos de forma simultánea bajo techo y con luz artificial, si la meteorología así lo requiere.

Así consiguió Roland Garros volver a ser el mejor torneo del planeta, el que más historia tiene junto con Wimbledon, otro de los Grand Slam que también cambió su modelo tradicional y techó su estadio central, en una medida previa a la realizada por su hermano terrícola. Ahora, tanto uno como otro disfrutan de los avances con una competición más completa, cómoda para el jugador y de mayor disfrute para el espectador, que sabe que si llueve o se hace de noche podrá seguir el partido por el que ha pagado la entrada hasta el último punto de este.