Los 7 trucos de las abuelas andaluzas para acabar con el calor en casa
El calor en casa es una realidad, pero por suerte las abuelas andaluzas tienen la manera de conseguir acabar con él
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El calor en casa es una realidad, pero por suerte las abuelas andaluzas tienen la manera de conseguir acabar con él. Tradicionalmente, Andalucía es una comunidad autónoma que está acostumbrada a pasar calor. Antes de que hubiera aire acondicionado o con casas en las que quizás este elemento no existe, también se vive muy bien, gracias a los trucos de las abuelas andaluzas. Podrás ahorrar una buena cantidad de dinero en aire acondicionado, con una serie de consejos que refrescarán tu casa fácilmente. Toma nota de cómo conseguirlo.
Trucos de abuelas para refrescar la casa
Abre las ventanas de la casa en la madrugada, a partir de las 5 o 6 de la mañana para que todas las habitaciones se refresquen. Puedes abrir también la puerta para dejar entrar el aire del jardín.
Para hacer la siesta sin pasar calor, usa el frío del agua. Abre la puerta y friega la entrada para que con el calor del agua y un poco de aire sientas que toda la estancia se refresca de forma casi inmediata.
El ventilador se coloca en la puerta de la casa para que remueva el aire y nos envíe fresquito. No sirve de nada tenerlo en el salón a dos palmos de la televisión.
Antes de dormir dúchate con agua caliente, de esta manera te sentirás fresquito al contrastar tu cuerpo con la temperatura del exterior.
Coloca el ventilador en la ventana y déjalo encendido hasta que por la madrugada sea el momento de abrir todas las ventanas.
Una buena manera de que la casa se refresque sin usar nada más que un ventilador. Mantén siempre la vivienda bien ventilada y usa el agua como comodín. Te puede ayudar a ganar un poco de fresquito.
Crea un pequeño jardín. Regar las plantas, el verde de este elemento, mezclado con el agua que queda en ellas, hará que nos quede una casa fresca gracias a la humedad que generan. Es importante darle un poco de verde a nuestro hogar, determinadas plantas refrescan muchísimo.
Las abuelas andaluzas están acostumbradas a un calor extremo que con el paso de los años se ha ido intensificando. Aunque nunca se sabe cuando llegará el fresco o la próxima ola de calor, mantener la casa fresca es algo que dominan.
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