Silvia Hernández es el alma mater y la diseñadora detrás de Shiori. Enamorada del arte y la joyería, ha creado por quinto año consecutivo una colección de joyas que evocan la esencia de las obras de arte de la actual exposición del Museo Carmen Thyssen Andorra. Hay pendientes, colgantes, gargantillas y pulseras que capturan la esencia de cada obra. Pero, ¿cómo es es proceso de creación?. Hablamos con Silvia Hernández de arte, joyería y la unión de ambos mundos.
Pregunta: Quinto año que creas una colección de joyas inspirada en obras de arte del Museo Thyssen… ¿cómo es el proceso creativo?
Respuesta: El proceso creativo de L’art fet Joia es realmente especial, todo parte de una primera visita a la exposición en la que selecciono las obras de arte que más me atraen, además, el equipo del museo suele contarme curiosidades sobre las obras y los pintores me ayudan a entender más la exposición. En esa visita previa, capto la esencia de la exposición y me dejo sentir… De alguna forma, empatizo con los personajes representados, intuyo la emoción detrás de la obra de arte o lo que el pintor quiso plasmar. A partir de ahí, selecciono las obras que más me hacen sentir. Después, en el estudio, trabajo los bocetos y comienzo a pensar en las piedras que voy a utilizar; vinculo colores y texturas con diferentes piedras. Suelo visitar una o dos veces más la exposición, pero ya centrada en las obras elegidas y posteriormente viene la selección de materiales y el montaje de prototipos y diferentes pruebas. Casi todos los bocetos ven la luz, pero también hay muchas piezas que surgen de la improvisación y pruebas en el taller, esto también es algo muy interesante. Es un proceso que dura un par de meses, que requiere mucha introspección y del que disfruto muchísimo.
P: ¿Qué tiene que tener una obra para que te fijes en ella y quieras plasmarla en tus joyas?
R: Básicamente tengo que sentirla, impregnarme de su esencia. Diría que la conexión que establezco con las obras de arte quizás depende también de mis vivencias y de mi estado vital en ese momento, en cualquier caso, es un proceso que siempre fluye de una manera muy natural. Hay temáticas que curiosamente siempre me llaman mucho la atención como los paisajes que muestran escenas de principios del siglo XX y de la Belle Époque y también los personajes de temática flamenca y andaluza que son muy inspiradores. Hay ediciones que me sorprenden con obras abstractas que tienen muchísimo magnetismo quizás por el color o los trazos y también hay pintores que siempre me cautivan como Grimshaw y Meifrèn. En cualquier caso, cada edición es especial por diferentes motivos, conecto tanto con las obras que me suele dar muchísima pena cuando cambian las exposiciones así que siempre paso a despedirme de ellas antes de que las trasladen a otro museo Thyssen.
P: Arte y joyería unidos, ¿cómo nace esta idea?
R: Nace a finales de 2019 en una reunión con el equipo del Museo Carmen Thyssen Andorra (en aquella época capitaneado por Guillermo Cervera, actual conservador de la colección Carmen Thyssen Bornemisza) y surgió de la forma más natural con la intención de aunar dos disciplinas artísticas y de trasladar a la calle la esencia de las exposiciones a través de pequeñas obras de arte. En torno a L’art fet Joia se ha creado una comunidad, principalmente femenina, mujeres con una sensibilidad especial por el arte y la pintura y que ponen en valor el diseño y el trabajo artesanal.
P: ¿Qué materiales utilizas para tus joyas?
R: La base son piedras naturales que selecciono personalmente. También utilizo cristales checos y venecianos y en cuanto a metales trabajo con aleaciones de metales nobles (antialérgicas), acero quirúrgico y también plata de ley. Prácticamente todo se chapa en oro de 24 quilates.
P: ¿Qué tiene que tener una joya para que tenga magia?
R: Alma, esencia y sentido, especialmente en un proyecto como L’art fet Joia que es arte en estado puro. También un equilibro en formas y colores y para mí, es fundamental la calidad de las piedras y materiales.
En torno a L’art fet Joia hay mucha magia; cada edición organizamos un evento de presentación en el museo en el que explicamos el proceso creativo y la inspiración detrás de cada pieza y además solemos combinarlo con otras disciplinas artísticas como la música. Cada edición ha sido preciosa, el público disfruta de la experiencia de ir al museo, entiende el discurso creativo y la conexión entre las obras de arte y las joyas. Es muy especial y después lo cuentan a más personas y se genera un interés por ver las exposiciones y las piezas de L’art fet Joia.
P: ¿Crees que hay una piedra para cada persona?
R: Creo que hay piedras que por la razón que sea nos atraen de una forma especial y pienso que depende mucho del momento vital en el que estemos viviendo y de nuestra personalidad. Trabajo mucho asociando las piedras con los elementos (agua, tierra, aire y fuego) y con las características de cada persona. Al final todo fluye y encaja porque somos naturaleza.
P: ¿Creas joyas a demanda? Por ejemplo, alguien que quiera unos pendientes con una determinada piedra natural…
R: Sí, trabajo mucho con encargos personalizados en los que adapto diseños ya existentes de Shiori (no de L’art fet Joia, ya que esta colección está creada en exclusiva para el museo) y también creo piezas desde cero. Principalmente son encargos para ocasiones especiales como bodas, cumpleaños, celebraciones y también recibo encargos para crear colgantes de energía en los que elijo piedras teniendo en cuenta las características de la persona que lo va a llevar y la intención detrás de ese encargo.
P: Además de joyas, fabricáis telas de tejidos naturales, ¿qué llegó primero la joyería o la moda?, ¿cómo surgió la idea de diversificar?
R: He crecido rodeada de telas, patrones y modistas; mi madre (gran emprendedora) tuvo durante muchos años una tienda de telas referente en Vitoria-Gasteiz y un taller de modistería a medida en el que yo disfrutaba como una loca yendo a hacer experimentos que se me ocurrían; las modistas se partían de la risa con las ideas que tenía porque eran muy originales, pero nada viables. En la familia de mi madre, varias mujeres han estado vinculadas al mundo de la moda; su tía materna fue la oficiala de modistas del taller de Balenciaga en San Sebastian. Así que las telas realmente llegaron a mi vida antes que las piedras y para mí representan una parte importante del legado familiar, por eso me gusta que el textil esté presente en Shiori. Son ediciones muy pequeñas confeccionadas con textiles naturales que busco personalmente y que son realmente especiales: trabajamos con unas pasamanerías bordadas maravillosas, con algodón, seda y también recuperamos textil de confección previa.
P: Sois una marca slow muy concienciada con la sostenibilidad y el comercio justo, ¿qué opinas del fast fashion?
R: Creo que el fast fashion es un gran problema y además bastante complicado de manejar. De alguna forma se ha convertido en un tipo de adicción para muchas personas, en una manera de llenar un vacío a través del consumo compulsivo que genera una satisfacción inmediata. Este consumo sin sentido ni criterio es muy difícil de gestionar porque muchas veces tiene una raíz psicológica detrás, y por eso creo que parte de la solución pasa por concienciar y educar en la manera de consumir.
P: Hemos visto a varias influencers llevar vuestra marca, ¿notáis un repunte en ventas cuando esto ocurre?
R: Es un muy buen escaparate y tengo que decir que me hace muy feliz que lleven nuestras piezas porque les gusten, sin ningún tipo de contraprestación. Es decir, las influencers, actrices, presentadoras que llevan nuestra marca lo hacen porque les gusta el estilo, se sienten cómodas con las piezas y se identifican con nuestros valores de marca. Obviamente, a través de ellas llegamos a una audiencia muy amplia y por tanto sí que es un empuje en ventas.
P: ¿De dónde viene el nombre de Shiori?
R: Es un nombre de origen japonés muy común en Japón, como Carmen en España, por ejemplo. Tiene varios significados y uno de ellos es guía en la vida, lo descubrí leyendo sobre cultura japonesa; me encantó el significado y también su sonoridad. Además, SH son mis iniciales así que fue una especie de revelación cuando lo descubrí; me guío mucho por sensaciones y sentí que era el nombre perfecto para mi proyecto. Han pasado ya muchos años y me hace muy feliz ver que seguimos alineados con los valores que dieron vida a Shiori.
Creo que hay piedras que por la razón que sea nos atraen de una forma especial y pienso que depende mucho del momento vital que estemos viviendo y de nuestra personalidad. Trabajo mucho asociando las piedras con los elementos (agua, tierra, aire y fuego) y con las características de cada persona. Al final todo fluye y encaja porque somos naturaleza.
