Louis Stettner fue un fotógrafo estadounidense mejor conocido por sus conmovedoras imágenes en blanco y negro de la ciudad de Nueva York y París. Las fotografías de Stettner a menudo se centran en la belleza y la resistencia de la vida cotidiana, retratando las luchas y los triunfos de la clase trabajadora. Su trabajo se ha exhibido en numerosas galerías y museos de todo el mundo, y sus imágenes continúan inspirando y cautivando al público en la actualidad. Este 2023, hasta el 27 de agosto, La Fundación Mapfre muestra en Madrid la mayor retrospectiva del poco conocido y valorado artista estadounidense, que enfocó su obra en demostrar la belleza de la gente corriente y de lo cotidiano.
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Las fotografías en blanco y negro de Stettner son famosas por su rica tonalidad, fuerte composición y profundidad emocional. Tenía buen ojo para capturar las emociones humanas y sus imágenes a menudo transmiten una sensación de soledad, resiliencia y lucha. La fotografía de Stettner es un testimonio poderoso de la vida de la gente común y una celebración de la vitalidad y la diversidad de las ciudades a las que llamó hogar.
Esta exposición constituye la mayor retrospectiva que se ha realizado hasta la fecha del fotógrafo estadounidense Louis Stettner (1922-2016), cuya obra no ha sido en general objeto del reconocimiento que sin duda merece. Organizada de forma cronológica, presenta más de ciento noventa fotografías que recorren toda su trayectoria, incluyendo algunas imágenes inéditas y parte de su obra en color, casi desconocida hasta ahora.
Su experiencia como fotógrafo en la Segunda Guerra Mundial condicionó intensamente su concepción de la vida, tan presente en toda su fotografía: una firme confianza en el ser humano. Influido también por sus lecturas literarias y filosóficas (Platón, Karl Marx y Walt Whitman, fundamentalmente) y por su relación, a través de la Photo League, con fotógrafos como Sid Grossman o Weegee, que le transmitieron la importancia de la fotografía como instrumento de cambio social, la obra de Stettner nos ofrece, en definitiva, una vibrante celebración de la vida, de la valentía del hombre para afrontar con plenitud las adversidades y las bondades de la existencia.
Con esa visión general como hilo conductor, la obra de Stettner abarca multitud de temas, desde entornos urbanos casi vacíos hasta bulliciosas escenas del metro de Nueva York, la rutina de trabajadores y obreros o los paisajes montañosos del macizo francés de los Alpilles, ya en su última época. A lo largo de su trayectoria volvió con frecuencia sobre muchos de ellos, en especial sobre los relacionados con su compromiso social y su preocupación por los menos favorecidos.
