Elecciones en Cataluña: Illa gana, gobernará un reforzado independentismo y Vox cuadruplica en escaños al PP

• Agustín de Grado @a_degrado
• Subdirector y responsable del Área Política en OKDIARIO. Antes jefe de área en ABC, subdirector en La Razón y director de Informativos en Telemadrid.
• • 14/02/2021 23:40
  • Actualizado: 15/02/2021 15:54

El ‘efecto Illa’ existía, el ex ministro gana las elecciones catalanas en votos a ERC y JxCAT tras apropiarse de gran parte de los que apostaron por Ciudadanos en 2017, el PSC empata a escaños con los de Oriol Junqueras, supera en uno a los de Carles Puigdemont, el PP se hunde en la irrelevancia y Vox pasa a ser la primera fuerza del centroderecha en el Parlament más separatista desde el fin de la dictadura de Franco. ¿La noche soñada por Pedro Sánchez en las elecciones de Cataluña o un futuro problema para su Gobierno de coalición, hasta ahora apuntalado con el respaldo de ERC?

La apuesta de Moncloa por Salvador Illa tenía fundamento. El ex ministro de Sanidad era mejor candidato que Miquel Iceta y así lo ha demostrado en su primera carrera electoral en la que, convertido por el marketing monclovita en el candidato del voto útil al constitucionalismo moderado, ha conseguido que el PSC pase de 17 a 33 escaños. El PSC vuelve a ser la fuerza más votada de Cataluña por primera vez desde 2003, entonces con Pasqual Maragall al frente. Los socialistas han absorbido al electorado de Ciudadanos, que pasa de primera a séptima fuerza política en un desplome que tendrá que ser estudiado en profundidad.

ERC empata en escaños con el PSC. Los socios de Sánchez en Madrid, los que le han permitido aprobar los Presupuestos y, por tanto, garantizar la estabilidad de su Gobierno, se imponen a JxCAT (perjudicado por la fractura con el PDeCAT) y se hacen con el liderazgo del independentismo. El resultado (33 escaños y el 21,3% de los votos) coloca a ERC en la posición envidiable de decidir el futuro Govern de Cataluña. Junqueras puede elegir desde la cárcel mientras espera el indulto: o gobierna con los socialistas, o lo hace, como hasta ahora, con los de Puigdemont y el respaldo de la CUP. En ambos casos podrá exigir la Presidencia de la Generalitat. De momento, en su primera comparecencia para valorar los resultados, el candidato de ERC a la Presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, ha dejado su tarjeta de presentación: «Es la hora de votar en un referéndum».

Los resultados de las elecciones en Cataluña dejan a un independentismo reforzado que, por primera vez, supera el objetivo de alcanzar más del 50% de los votos. ERC (21,34%), JxCAT (20,12), la CUP (6,69%) y PDeCAT (2,72%) es la representación real del separatismo catalán, aunque muy lejos de los dos millones de votos que amasó en 2017. La ANC no ha tardado en lanzar la proclama: «¡Ahora toca un gobierno para hacer la independencia!».

Vox liderará el centroderecha

Vox es, junto al PSC y Salvador Illa, el gran triunfador de la noche electoral en Cataluña. Con Ignacio Garriga como cabeza de cartel -el hombre que defendió la moción de censura al Gobierno de Sánchez en el Congreso de los Diputados-, irrumpe en la Cámara catalana con 11 diputados (dos más que PP y Ciudadanos juntos) y se convierte en la cuarta fuerza política, por delante de la CUP (que refuerza el bloque independentista pasando de 4 a 9 diputados), En Comun Podem (que repite con 8 escaños), Ciudadanos (que pierde 6 de los 36 que tenía) y el PP (al que gana por primera vez unas elecciones).

«Los partidos que atacaron el orden constitucional han conseguido los tres primeros puestos en estas elecciones. Tenemos poco que celebrar y muchísimo que trabajar», ha afirmado Santiago Abascal tras conocer los resultados.

Vox ha conquistado diputados en las cuatro provincias catalanas, incluidas las más dominadas por las fuerzas separatistas, como Gerona y Lérida, auténticos feudos del independentismo, algo inalcanzable para Ciudadanos y el PP, cuyos escaños han salido sólo de Barcelona.

El éxito de Vox en Cataluña recuerda al que obtuvo en las elecciones andaluzas de 2018, cuando el partido hasta entonces extraparlamentario en toda España conseguía una representación muy superior a la augurada por las encuestas. El éxito catalán llega medio año después de que la formación de Abascal rompiera otra barrera alcanzando por primera vez representación en el Parlamento del País Vasco.

Ciudadanos, de 36 a 6 diputados

En menos de cuatro años, Ciudadanos ha pasado de un triunfo histórico a quedarse como una fuerza irrelevante en el Parlament. Precisamente cuando Inés Arrimadas, protagonista de aquella victoria, desempeña ahora el liderazgo nacional desde que Albert Rivera abandonó la política también después de otra hecatombe: la que le hizo pasar de 57 diputados en el Congreso tras las generales de abril a sólo 10 tras la repetición electoral siete meses después.

Ciudadanos perdió entonces el 60% de los votos. Ahora, pasando de 36 a 6 escaños, se ha dejado el 86% del apoyo electoral, traducido en casi un millón de votos. Sangría sin precedentes que ha obligado a Arrimadas a convocar una reunión urgente del Comité Ejecutivo este lunes en la sede nacional de Madrid. El cónclave se celebrará de forma presencial.

El PP será una fuerza residual

Los resultados en Cataluña pasarán factura también en Génova 13. El PP no es capaz de sacar rédito del hundimiento de Ciudadanos, sigue retrocediendo en la comunidad autónoma dominada por el separatismo, se deja uno de los cuatro escaños que tenía, no podrá formar grupo propio en el Parlament más separatista de la democracia, se ve ampliamente superado por los de Abascal, y se convierte en una fuerza residual apenas seis meses después de que pasara a serlo en el País Vasco, la otra comunidad autónoma amenazada por el independentismo.

No habrá grupo político en el Parlament con menos diputados que el PP. Hace poco más de diez años, mese antes de que Artur Mas pusiera en marcha el desafío del procés, la formación conservadora conquistó 18 diputados. Desde entonces, todo ha ido cuesta abajo para el PP en Cataluña.

«Seguiremos trabajando para fortalecer el constitucionalismo», ha escrito Pablo Casado en su cuenta personal de Twitter para valorar los resultados.