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En el mapa de Castilla-La Mancha, hay localidades que se han convertido en símbolo de una identidad. Entre ellas, se encuentra uno de los pueblos más famosos de España y que fue escenario de algunos de los pasajes más recordados de ‘Don Quijote de la Mancha’. En este sentido, el pueblo que desentrañaremos forma parte de lo que se conoce como la Ruta del Quijote.
Y es que su fisonomía quedó grabada en muchas imágenes que remiten a la obra cervantina: filas de molinos alineados sobre un cerro, un castillo que domina la llanura y calles que conservan la estructura tradicional. Lo mejor es que este pueblo manchego se encuentra a menos de una hora de Toledo. Su cercanía a la capital hacen que sea accesible para los amantes de la literatura.
¿Cuál es uno de los pueblos más famosos de España y que aparece en las mejores partes de «El Quijote»?
Seguro a muchos ya les sonaba, pero Consuegra es el nombre de este municipio. Y que claro, todos recuerdan su castillo y sus molinos, pero no el nombre. Consuegra se ubica en el Cerro Calderico y su conjunto molinero está compuesto por doce molinos de viento, los cuales Quijote confundía con gigantes.
Estos fueron restaurados y conservados como parte del patrimonio histórico local. Algunos datan del siglo XVI. Su construcción respondía a una necesidad básica: transformar los cereales cultivados en la llanura manchega en harina. Dada la falta de ríos caudalosos en la zona, se optó por este tipo de ingeniería que aprovechaba el viento como fuente de energía.
Los molinos fueron declarados Bien de Interés Cultural en 2008. En la actualidad, dos de ellos pueden ser visitados en su interior: Bolero y Rucio. En estos espacios se puede conocer el mecanismo completo de molienda, así como las condiciones en que vivían los molineros.
La maquinaria original, con piezas de madera como el telar, la rueda catalina o la linterna, ha sido restaurada para ofrecer una experiencia cercana a la original.
Algunos molinos llevan nombres directamente relacionados con el universo de Cervantes. El molino Sancho es el más antiguo del conjunto y el primero en ser restaurado. La disposición de los molinos en lo alto del cerro responde a criterios funcionales: se aprovechaban mejor las corrientes de aire y se protegía la estructura frente a las inclemencias del terreno.
El castillo de Consuegra: un lugar imperdible si visitas este pueblo
Junto a los molinos se encuentra el castillo de Consuegra. Su origen se remonta al siglo X, aunque fue reformado por la Orden de San Juan de Jerusalén en los siglos posteriores. Esta fortaleza se convirtió en un bastión defensivo clave para la región y, posteriormente, en sede prioral.
El castillo puede visitarse mediante recorridos guiados que explican su historia militar y religiosa.
Las murallas, los torreones y las estancias interiores permiten una aproximación directa a los sistemas defensivos medievales. Desde lo alto, se obtiene una vista panorámica de la llanura manchega.
El acceso a las visitas se realiza desde uno de los molinos, donde también se pueden adquirir entradas para los recorridos internos del conjunto molinero.
¿Qué más se puede ver y hacer en Consuegra, uno de los pueblos más famosos de España?
En el núcleo urbano de Consuegra también se encuentran elementos de interés. El ayuntamiento, construido en 1670, cuenta con una torre con reloj que se añadió posteriormente.
Otro edificio destacado es el Palacio de San Gumersindo, levantado en el siglo XX, y Los Corredores, del siglo XVII, una muestra de arquitectura civil manchega.
En cuanto a la gastronomía, destacan platos típicos como las migas, las gachas y los duelos y quebrantos, mencionados en ‘Don Quijote de la Mancha’. Este último es un revuelto de huevos con chorizo y tocino, cuya historia está vinculada a las costumbres alimentarias en tiempos de la Inquisición.
Otros pueblos vinculados a Cervantes
Consuegra no está solo en la lista de los pueblos vinculados con Cervantes. En la Ruta del Quijote también se incluyen localidades como Tembleque, con su Plaza Mayor de estilo tradicional, El Toboso, Campo de Criptana (aquí también hay molinos de viento) y Alcázar de San Juan.
Todos ellos presentan elementos patrimoniales que forman parte del universo manchego que Cervantes recogió en su obra.
La restauración y promoción de estos espacios dio lugar a que la región sea reconocida como un referente turístico cultural. El diploma de Hidalgo de la Mancha o Dulcinea es otorgado a quienes completan el recorrido oficial y visitan al menos cuatro oficinas de turismo de la ruta.