La Policía consigue reabrir el caso de Lisvette, la menor asesinada a golpes en su habitación en 2017

• Ángel Moya @AngelMoyatv
• • 16/04/2025 06:45
  • Actualizado: 16/04/2025 11:48

La Policía Científica ha conseguido reabrir el caso del crimen de Lisvette, la menor asesinada a golpes en su habitación del piso familiar de Madrid. La chica de 16 años fue encontrada en su cuarto, desnuda, con golpes en la cabeza y envuelta en una manta. Tras la detención de su ex novio veinteañero Francisco Guzmán, la Audiencia Provincial de Madrid archivó el caso por falta de pruebas suficientes pero el trabajo policial ha conseguido reabrirlo.

El empeño de los investigadores de Homicidios y de la Policía Científica de la Jefatura Superior de Madrid les ha llevado a obtener pruebas que incriminan con fuerza al único sospechoso. Se trata de evidencias de ADN que tras largos análisis han provocado la reapertura del caso.

Así lo especifica el auto del Juzgado de Instrucción número 52 sobre el caso de la menor asesinada: «Se desprende que hay nuevos elementos en la causa conforme a los motivos expuestos en los antecedentes de esta resolución que ponen de relieve que ha desaparecido el motivo que determinó en su día el sobreseimiento provisional de la causa, por lo que procede la reapertura del sumario y la práctica de las solicitadas por la Policía».

Asesinada a golpes en su habitación

La fallecida, Lisvette, fue hallada muerta el 1 de noviembre del año 2017  por su madre y su padrastro cuando regresaron a su casa a las 21:00 horas de esa noche. El cadáver de la menor de 16 años asesinada estaba desnudo, tenía un golpe fuerte en la cabeza y cortes en ambos lados de la cara. El cuerpo estaba en el suelo, en posición decúbito supino, envuelto en una manta, no presentaba marcas de defensa en los brazos y la puerta de la casa no estaba forzada.

Los mayores se habían ido a dar un paseo sobre las 18:00 horas y Lisvette debió abrir la puerta a su asesino poco después, porque cuando llegó el compañero de piso de la familia, la menor ya había sido asesinada. No se dieron cuenta hasta dos horas más tarde cuando entraron en su habitación.

La autopsia de la menor asesinada fue determinante. Falleció de varios golpes en la cabeza destacando «la intensidad y reiteración en la producción de las heridas, así como la fuerte sujeción de la cabeza para producirlas, evidenciando la clara intención de matar». En el cuerpo no se hallaron restos de semen ni ADN de ningún varón a pesar de que estaba desnudo.

La detención del ex novio de Lisvette

La Policía descartó la participación del inquilino en el crimen. El informe preliminar de la autopsia desveló que la joven no fue agredida sexualmente. Los agentes se centraron en el grupo de conocidos de la chica, especialmente en el ex novio que desapareció sin dejar rastro.

Tras recibir el informe del teléfono móvil de la víctima, la Policía vio como el ex novio, que dijo no conocer a la menor asesinada, la había llamado la noche anterior. A pesar de que la tía y los primos del sospechoso le daban coartada en la tarde del crimen, su teléfono móvil lo situaba en la escena del crimen poco ante de que se hallara el cadáver de la menor asesinada.

Francisco Guzmán fue detenido por la Policía un año después en marzo de 2018,  cuando preparaba su regreso a la República Dominicana. Se negó ha hacerse las pruebas de ADN ante la Policía. El juez le envió a prisión provisional tras ordenar que entregara una muestra biológica.

El sospechoso salió en libertad un año después, en 2019. Su madre se lo encontraba a diario en la calle. Otros menores, amigos del sospechoso, también quedaron libres. El caso quedó archivado «por falta de motivos suficientes para acusar a una persona en concreta».

«Inmensamente feliz por reabrir el caso»

La abogada Patricia Catalina representa a la familia de Lisvette desde el arranque del caso destaca la felicidad de la familia de la víctima tras la reapertura del caso.

«Luchamos hasta el último minuto para que no archivaran el caso y que la muerte violenta de Lisvette no quedara en el olvido porque siempre creímos que podían existir indicios más que suficientes para continuar, al menos, contra el principal investigado, pero sobre todo , porque entendimos que quedaban pruebas por practicar. Así lo defendimos ante la Audiencia Provincial de Madrid en la vista del recurso de apelación ya desde entonces”

«No tengo más que palabras de agradecimiento para Grupo V de Homicidios de Madrid por el interés que siempre mostró en la investigación del crimen de Lisvette y que ha vuelto a demostrar, bajo el apoyo y avances de la Policía Científica, tan necesaria para determinar si el ADN o cualquier otro vestigio biológico encontrado en la escena del crimen se pudiera corresponder con el verdadero autor de los hechos. Estamos a la espera de los resultados de la investigación y queremos ser prudentes».