Las gemelas de First Dates: Cristina y Marisa Zapata hablan sobre la enfermedad que sufren

Cristina y Marisa Zapata son las famosas gemelas de ‘First Dates’, ambas comparten ADN, con lo cual sufren de la misma enfermedad que están ayudando a visibilizar. El hecho de que sean famosas ayuda a poder solidarizarse con un tipo de enfermedad que nos puede afectar a todos.

Las gemelas de ‘First Dates’ han dado unas duras declaraciones sobre la enfermedad que sufren, uno de los enigmas del programa que las ha hecho más famosas de lo que eran. Todas las noches aparecen en el programa que dirige Carlos Sobera dos gemelas que han llamado la atención de los comensales y los telespectadores, son idénticas y sufren los mismos problemas. Al preguntarles sobre su salud, han emitido unas duras declaraciones sobre una enfermedad que les acompañará durante todo la vida y han ayudado a visibilizar.

La enfermedad que sufren las gemelas de First Dates

Ambas sufren TOC, detrás de estas siglas se esconde el Trastorno Obsesivo Compulsivo más común. Este tipo de problemas mentales están muy presentes con lo cual, las gemelas ayudan a dejarlas salir a la luz y poner sobre la mesa un poco más. Esas manías que tenían de pequeñas han dado un paso más allá.

Aquello que inicialmente parecía una simple manía se convirtió en algo más y apareció entonces la necesidad de consultar con un especialista. Las enfermedades físicas, pero también mentales están muy presentes en estos días. No hay que sentir vergüenza por acudir a un psicólogo, al igual que vamos al médico regularmente.

Las gemelas de ‘First Dates’ no dudaron en su día en saber qué algo estaba pasando y en consultar con un buen especialista. Es la única forma de curar o de controlar determinadas dolencias. Tal como declaró Marisa: “He tenido pensamientos suicidas. Yo decía a quién le escribiré cartas, cómo lo hago, pero por otra parte, mi madre y mi padre me han dado la vida dos veces”.

Ante este tipo de actuaciones en la entrevista con Emma García ellas lo tenían muy claro. “Tienes que ir al psicólogo y si es necesario al psiquiatra también y no pasa nada, hay que normalizarlo”. El mensaje no podía ser más esperanzador: “Se puede salir, ese es el mensaje que queremos transmitir, pero hay que ponerse en manos de profesionales”. Detectar el problema y ponerle solución antes de que sea tarde es fundamental.