‘El Chicle’ seguía libre pese a que la Guardia Civil estaba segura de su culpabilidad por su coartada

La falta de pruebas, la coartada de su familia y el hecho de que José Enrique Abuín Gey, conocido como ‘el Chicle’, fuese «un criminal avispado», en palabras de la Guardia Civil, han hecho que su detención por el caso de Diana Quer —la joven madrileña desaparecida en la madrugada del 22 de agosto de 2016 en A Pobra do Caramiñal (La Coruña)— no se produjese hasta el viernes 29 de diciembre.

Su detención se precipitó, sin embargo, debido a una «grave filtración en prensa», ha admitido el coronel jefe de la Comandancia de La Coruña, Francisco Javier Jambrino. Esta filtración hizo que la Guardia Civil —que mantenía un seguimiento sobre el ahora detenido y al que consideraba «principal sospechoso» desde noviembre de 2016— se viese «obligada a reaccionar rápidamente».

Mientras, tras ser detenida, tanto la mujer de Abuín como la hermana de ésta y su marido, dejaron de ofrecer una «coartada» sobre dónde estaba su pariente el día en que desapareció Diana Quer. Lo hicieron al ver pruebas sobre su vinculación con el intento de secuestro de una joven en Boiro, denunciado el pasado 26 de diciembre.

Así lo han relatado, en una comparecencia informativa, responsables de una investigación en la que han participado agentes de la Comandancia de La Coruña y de la Unidad Central Operativa (UCO). Para dar cuenta de la misma, han comparecido el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva; el coronel jefe de la UCO, Manuel Sánchez Corbí, y el coronel jefe de la Comandancia de La Coruña, Francisco Javier Jambrino.

Localización del cuerpo

En ella, Villanueva, ha confirmado que las pruebas de ADN han ratificado que el cuerpo de Rianxo, localizado en un depósito de agua potable, usado para una antigua fábrica de gaseosas, es el de Diana Quer. «Se trata de una boca de un metro y medio, cubierto por una losa de hormigón», ha explicado el coronel Jambrina, quien ha precisado que se desplazaron al lugar equipos de submarinismo de la Guardia Civil.

«A unos ocho metros, con una cámara se vio que había un cuerpo, bien conservado». De él, ha dicho que tenía «dos cuerdas, una a la cintura y otra a los hombros y, en cada una, ladrillos de hormigón». Además, se encontró un bolso y una brida de plástico que pudo ser utilizada «para atar las manos o estrangularla», ha apuntado Jambrina, sin ratificar que el detenido confirmase este extremo.

Descartan el atropello accidental

Ambos se han remitido únicamente a lo que consta en las diligencias de la Guardia Civil según las cuales Abuín atribuyó la muerte de la joven a «un atropello accidental», algo que el coronel Jambrina, a la espera de la autopsia, ha calificado de «imposible».

«Dejaría algún rastro» ha apostillado el coronel jefe de la UCO. Este último, en un exhaustivo relato de la investigación, ha defendido que no se han escatimado «recursos, ni ganas» para una investigación «difícil» por no haber «testigos, ni móvil».

La investigación se centró, entre otros aspectos, en el analizar «40 cámaras». Con la aparición del móvil de la víctima —»clave» para los investigadores— en octubre de 2016 y su posterior desbloqueo en junio de 2017, se consiguió avanzar.

Y es que el móvil de Abuín «coincide» en un itinerario con el de Diana. «Entre las 2.53 y las 2.58 son compatibles», ha explicado el coronel de la UCO, quien ha precisado que también cuadraban los hechos «con el pasado» del ahora detenido, autor de una agresión sexual a su cuñada en 2005.

Por todo ello, y en el marco de una investigación que llevó al análisis «de más de dos millones de datos» de telefonía móvil, y en el que se investigó a tres coches —uno de ellos el del detenido— se acabó realizando, desde noviembre de 2016, un seguimiento sobre el ahora detenido. Sin embargo, ‘el Chicle’ «se mosquea» por lo que contacta, de manera informal, con un agente.

«Fallos» del detenido

«Ahí comete un fallo», subraya el coronel jefe de la UCO, quien precisa que en ese encuentro dice que la noche que desapareció Diana Quer estuvo en las fiestas de A Pobra con su mujer. Luego, en una declaración como testigos, ambos dirían que fueron a robar gasolina para después la mujer desdecirse, una vez detenida. Lo mismo harán la cuñada de Abuín y su marido.

En noviembre de 2017, no hay, para la Guardia Civil, «ninguna duda» de que el ahora detenido es el autor de la muerte de Diana Quer, pese a que, para exculparse, había dejado, con anterioridad, que la Guardia Civil examinase su coche y les había entregado su móvil, pero «reseteado».

Incluso, hubo «conversaciones preparadas» entre él y su mujer. «Es un criminal avispado, alguien que sabe lo que tiene que hacer», han apuntado desde la Benemérita en relación a su pasado delictivo.

Denuncia de intento de secuestro

En una investigación en la que ya se había descartado la relación con el caso de algún feriante presente en las fiestas de A Pobra —un colectivo al que la Guardia Civil ha agradecido su colaboración—, el caso da un vuelco la denuncia que el pasado 26 de diciembre presenta una chica por intento de secuestro.

Esta describe «un Alfa Romeo», como el coche de ‘el Chicle’, y da dos números de la matrícula. El «nexo» con el caso Diana Quer hace que se desplacen a la zona, el 27 de diciembre, efectivos de la UCO.

Una vez detenido, el 29 de diciembre, Abuín dice que dejó el cuerpo de Diana en un polígono y luego lo llevó al puerto de Taragoña. Sin embargo, finalmente acaba llevando a los agentes hasta una nave abandonada de Rianxo.

«Autocrítica» de la prensa

Sobre si perjudicó el archivo provisional del caso en abril del año pasado, Sánchez Corbí ha afirmado en la comparecencia que un juez «sólo atiende a pruebas».

Mientras, ha ratificado que ahora servirá para que la Guardia Civil «revalúe» otras denuncias, sobre todo de violaciones. Por otra parte, ha invitado a la prensa a hacer «autocrítica» por el tratamiento que se dio a las informaciones de un caso «mediático».