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Sánchez presume en Davos de liderar los ensayos clínicos pero lleva 2 años de retraso en nuevas terapias

En nuestro país se tarda en tener un solo tratamiento innovador 462 días frente a los cien de Alemania

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lanzó durante el coloquio Health and Prosperity through Prevention, celebrado en la ciudad suiza de Davos, que España era líder en ensayos clínicos en Europa y la tercera potencia en el mundo en este sector. Sin embargo, olvidó señalar en ese pronunciamiento, una vez más, que su gobierno, y sus sucesivos seis ministros de Sanidad, han relegado al país a la cola de Europa en la incorporación de tratamientos oncológicos innovadores. 

Y es que, los ciudadanos españoles tienen un 40% más de probabilidad de no superar un tumor por falta de tratamientos innovadores que un paciente alemán, que cuenta casi con el 100% de los medicamentos más avanzados. Esta situación es grave por varios motivos: primero, porque todos somos ciudadanos europeos y, sin embargo, no disponemos de las mismas herramientas para luchar contra una patología tan dañina como el cáncer y, segundo lugar, porque en España se tarda en tener un solo tratamiento innovador 462 días frente a los cien de Alemania.

Durante su intervención, Sánchez resaltó el papel del sector público español en la innovación. «Mi país actualmente es líder en ensayos clínicos en Europa y es el tercero del mundo gracias a una red de centros de excelencia públicos internacionalmente reconocidos y a una amplia red hospitalaria», subrayó sacando pecho de unos datos de posición cuyos responsables directos son los hospitales públicos y privados además de las farmacéuticas. 

Asimismo, manifestó la importancia de la colaboración «esencial» entre el sector público y privado, algo que de forma reiterada niega en España y que censura constantemente su ministra de Sanidad, Mónica García: «Lanzamos en el 2021 una colaboración público-privada innovadora en el área de la sanidad con el objetivo de promover la innovación y un acceso igualitario a los fármacos y a los tratamientos avanzados y de precisión, particularmente», que no terminan de llegar.

Pero en realidad, estos datos expuestos por el presidente español tergiversan la realidad, ya que como señala un informe reciente cuyos datos pueden fluctuar levemente, España tarda 469 días en financiar la innovación oncológica aprobada por la Agencia Europea del Medicamento, frente a los 100 de Alemania. Es decir, España tarda 5 veces más que Alemania en incorporar la innovación oncológica. Se trata de una situación que se ha agravado en los últimos años, ya que, en el informe de 2019, el promedio de días necesarios para financiar un fármaco oncológico era de 414 días.

Crítica a Trump por la OMS

Pedro Sánchez ha mostrado su apoyo a «una estructura representativa democrática» en la salud global como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ha cargado contra la decisión del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de salir de esta Institución de Salud mundial. La pandemia del covid «ha demostrado que la salud no es un tema individual, sino una responsabilidad colectiva y global», por lo que ha destacado la responsabilidad que tienen los gobiernos y el sector público «para garantizar la accesibilidad a la sanidad a través de la tecnología».

Así se ha pronunciado Sánchez después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara en su primer día en la Casa Blanca la retirada del país de la OMS, alegando que no ha llevado correctamente algunas crisis de salud internacionales, incluida la pandemia covid.

Asimismo, ha advertido sobre «un cambio en las tendencias de financiación de la salud global» que plantea «un riesgo de regresión en muchas partes del mundo», por lo que ha apostado por «dar la vuelta a esa tendencia», para lo que «hay que ser más eficientes». Estas frases iban dirigidas a un Trump que advirtió que su salida era motivada, entre otras cosas, porque China invertía poco en la OMS y EEUU varias veces más.