Reciclar no tiene edad: la economía circular llega a más de un millón de personas mayores
El programa 'Terceros en edad, primeros en reciclar' de Ecoembes alcanza 2.530 centros en España
Más de 11.200 contenedores y papeleras amarillas facilitan la separación de residuos a los mayores

La economía circular se afianza entre las personas mayores de España gracias a la iniciativa Terceros en edad, primeros en reciclar de Ecoembes. Este proyecto, que cumple siete años desde su lanzamiento en 2017, ya ha conseguido que más de un millón de mayores participen activamente en la separación y el reciclaje de residuos de envases. El programa busca promover el envejecimiento activo y fomentar el liderazgo de este colectivo en la sostenibilidad ambiental.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la esperanza media de vida en España supera los 84 años, lo que sitúa a las personas mayores de 65 años en el 20,4% de la población. Este escenario demográfico convierte a este grupo en un actor fundamental para impulsar prácticas sostenibles. Ecoembes ha querido aprovechar esta realidad para convertir a los mayores en protagonistas del cambio hacia una economía circular.
En más de 2.500 centros de España
La colaboración con las administraciones públicas ha sido clave para el éxito de Terceros en edad, primeros en reciclar. Actualmente, el programa está presente en 2.530 centros de mayores distribuidos por todo el territorio nacional.
Estas instalaciones se han convertido en espacios donde los mayores aprenden a reciclar correctamente a través de actividades dinámicas que fomentan la participación y el compromiso ambiental.
El programa se implementa en residencias, centros de día y asociaciones activas para la tercera edad. Además de las comunidades de Madrid y la ciudad autónoma de Melilla, con más de 2.500 centros participantes, la iniciativa cuenta con más de 11.000 profesionales que impulsan las buenas prácticas de separación y gestión de residuos entre los usuarios.
11.200 puntos de reciclaje instalados
Para facilitar el reciclaje entre las personas mayores, Ecoembes ha desplegado más de 11.200 contenedores y papeleras amarillas en los centros participantes. Estos puntos permiten la separación de envases de plástico, metálicos y briks, además de papel y cartón. El objetivo es que el proceso de reciclar sea sencillo y accesible para todos los participantes.
Además de la infraestructura física, el proyecto incluye un plan de formación y actividades participativas diseñadas específicamente para promover el reciclaje entre este colectivo. Estas iniciativas educativas han resultado fundamentales para concienciar sobre la importancia de la economía circular y el papel de cada persona en la protección del medio ambiente.

Inclusión social a través del reciclaje
Dorleta Vicente, directora del Asunto Público y RSC de Ecoembes, ha destacado el valor social del proyecto más allá de los beneficios medioambientales. Según Vicente, el programa permite «alcanzar el millón de personas mayores comprometidas con la sostenibilidad ambiental y la economía circular, al mismo tiempo que les da la oportunidad de inspirar a otras generaciones». Esta dimensión intergeneracional convierte a los mayores en embajadores del reciclaje.
El programa también impulsa actividades específicas que han tenido gran acogida entre los participantes. Entre las más valoradas destaca Libera Senior, centrada en la lucha contra la basuraleza, así como acciones intergeneracionales con niños y niñas y el bingo del reciclaje. Estas iniciativas refuerzan el papel de los mayores como modelos a seguir en materia de sostenibilidad.
Red de empresas colaboradoras
El éxito de Terceros en edad, primeros en reciclar también se debe a la colaboración del sector privado. Diez compañías con residencias y centros de día se han sumado al proyecto: Amavir, Caser Residencial, Clece, DomusVi, Eulen Servicios Sociosanitarios, Fundación Geroa, Ilunion VidaSenior, Macrosad, Sanivida y Villa Saluten. Esta red permite extender la iniciativa a más de 500 centros privados, llegando a más de 40.000 mayores usuarios.
Desde su puesta en marcha en 2017, el programa ha demostrado que reciclar no tiene edad y que las personas mayores son agentes activos del cambio hacia modelos más sostenibles. La economía circular encuentra en este colectivo un aliado comprometido que, con su ejemplo, inspira a toda la sociedad a cuidar el planeta para las generaciones futuras.