Qué no debes hacer si encuentras en el suelo un polluelo caído del nido
SEO/BirdLife aporta la información necesaria en su campaña "no lo cojas" si te encuentras ante la situación de un polluelo en el suelo
Seguramente más de una vez te habrás encontrado un polluelo en el suelo, en el campo o en la calle, recién caído de su nido, aparentemente frágil e indefenso, como si pareciese que estuviera pidiendo ayuda desesperadamente.
La imagen es conmovedora, viéndolo pequeño, con movimientos torpes y con sus plumas alborotadas. Sí, es difícil apartar de la cabeza el pensamiento de que necesita auxilio, nuestro corazón nos dice instintivamente que hay que hacer algo y activar inmediatamente un dispositivo de rescate.
Aunque parezca mentira, antes es preciso pensar y ver si estamos ante un polluelo huérfano o volantón, apreciar si el interferir en la naturaleza es la mejor manera de solucionar el problema, por lo que debemos valorar si es mejor recogerlos o dejarlos.
No lo cojas
Es el impulso que sentimos por intentar ayudar y salvar a tan indefensas criaturas puede convertirse en una condena para estas aves, ya que en realidad están haciendo lo que su naturaleza dicta: abandonar el nido cuanto antes.
Muchos de estos polluelos son aves que habitan nuestros pueblos y ciudades como gorriones, golondrinas, aviones, mirlos o vencejos que son el foco de la campaña anual de SEO/BirdLife denominada No lo cojas.
La entidad conservacionista detallan que las crías de la mayoría de las aves se desarrollan a una velocidad vertiginosa. Ponen como ejemplo al gorrión, un ave que puede abandonar el nido antes de cumplir las dos semanas de edad.
Prisa por salir del nido
Esta premura por abandonar el nido «se debe, entre otras cuestiones, a que en el nido las aves son extremadamente vulnerables a la depredación, y por ello intentan abandonarlo lo antes posible, aunque falten pocos días para poder volar con solvencia», explica SEO/BirdLife.
En realidad, no es un problema, ya que sus padres se siguen encargando de alimentarlos durante este periodo y los localizan fácilmente por sus llamadas.
Es difícil que sus padres abandonen una cría, ya que el instinto de sacar adelante a sus crías prevalece sobre casi todo. Es probable que esa cría que revolotea con cierta torpeza por el suelo no sea huérfana, está dando sus primeros pasos fuera del nido, bajo el cuidado de sus padres.
Crías realmente huérfanas
Desde SEO/BirdLife recuerdan algunos consejos prácticos sobre la recogida de pollos «huérfanos»en la calle ahora que llega el verano y el calor.
Pese a lo dicho anteriormente, algunas crías caen del nido antes de tiempo en lugares peligrosos para ellas. Suelen reconocerse porque apenas están emplumadas, y apenas pueden dar cortos vuelos.
En estos casos, lo mejor que podemos hacer es intentar devolverle a su nido y sólo cuando no sea posible, cogerlo con mucho cuidado, ponerlo en un lugar oscuro y tranquilo y llevarle a un Centro de Recuperación de Fauna dónde se encarguen de él.
Criar un polluelo
Criar a mano a un pollito es una tarea que requiere mucha dedicación, tienen que comer cada poco tiempo y no cualquier cosa, sino una pasta elaborada especialmente para ellos.
Además, es fácil que estas aves criadas a mano por nosotros se «asusten», y en el futuro asocien al ser humano con comida o incluso con sus padres, lo que hace casi imposible que sobrevivan en libertad. Intentar criar un pollito por nosotros mismos es la última opción que debemos tomar.
Ojo con los vencejos
Los vencejos son aves muy especiales, pasan su vida en el aire y no están adaptados a posarse en el suelo, desde donde tienen problemas para despegar. Por esto cuando encontramos un vencejo en el suelo (adulto o cría) seguro que necesita ayuda.
Los adultos en ocasiones se golpean al intentar entrar al nido y caen al suelo aturdidos. Si no se han roto nada, bastará con ponerlos en la palma de la mano, lo más alta posible, en un sitio abierto. Nunca hay que lanzarlo o impulsarlo, si está listo saldrá volando por sus propios medios desde nuestra mano.
En el caso de las crías de vencejo hay que recurrir de nuevo a un centro de recuperación, los hay incluso especializados en criar vencejos huérfanos. Si esto resultara imposible, hay que documentarse muy bien, pues los vencejos son aves muy especiales que requieren cuidados muy específicos.
Tres observaciones básicas
- Los pollitos no son huérfanos, sino volantones, esto es, aves que todavía no vuelan bien, pero que son ágiles al saltar y que, incluso, se atreven con un pequeño vuelo. Puede que en apariencia precisen ayuda, pero requieren justo lo contrario: aunque no se dejen ver, sus padres se están encargando de ellos. Y mientras haya presencia humana junto al pollo, no aparecerán.
- Además de volantones, existen los pollitos que abandonan el nido mucho antes de poder volar. Es el caso, por ejemplo, de patos o perdices, especies nidífugas. En estos casos, el aspecto del pollo –poco más que una bola de algodón- invita al rescate. Sin embargo, tampoco es recomendable: aunque no viva con sus padres, ellos se encargan de su crianza.
- La legislación sobre este asunto es clara: está prohibida la recolección de crías y su tenencia, especialmente en el caso de aves rapaces y de aves insectívoras, como las golondrinas
Lo que no debes hacer
SEO/BirdLife nos deja estas recomendaciones sobre lo que no debes hacer si encuentras un pollito caído:
- Alimentar a la cría con leche, galletas, o miga de pan. Da igual la especie: necesitan proteínas para desarrollarse adecuadamente. La leche puede matarla directamente.
- Introducir el pico en agua o mojar al ave para «refrescarla». El agua entrará por los orificios por los que el ave respira y lo más probable es que la condenes a una muerte lenta y dolorosa.
- Manipular al ave con las manos en contacto con el plumaje más de lo imprescindible estropeará sus plumas e incapacitará al joven ave para la vida en libertad.
- El mejor lugar para mantener un ave mientras se traslada a un Centro de Recuperación de Fauna, es en el interior de una caja oscura, con algún orificio de ventilación, y con el fondo cubierto de papel absorbente.