¿Por qué es más barato el mantenimiento de un vehículo eléctrico?
Factores como el mantenimiento, su coste de reparación y la disminución del número de piezas mecánicas son clave en el ahorro para los usuarios
La electrificación del parque móvil, además de las ventajas ambientales de las cero emisiones, también es beneficiosa para el bolsillo de los usuarios de un vehículo eléctrico, que verán cómo es más barato el mantenimiento de forma sensible.
Otro tema es si la inversión en la compra de un vehículo eléctrico compensa ese menor gasto en la rutina de pasar por el taller para las tareas de mantenimiento que todos los coches deben pasar.
Sin embargo, la diferencia entre los precios de los de combustión y los eléctricos irá desapareciendo en el futuro, según haya mayor demanda, mejor tecnología en la recarga y autonomía y se imponga por la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones.
Impacto de la electrificación
En el último informe Reciclando la postventa que el Grupo Solera presentó hace unas semanas, se analiza el impacto de la electrificación en el sector de la reparación y los talleres, un trabajo que supone también una guía para que se pongan al día de dónde va a recaer la demanda en sus negocios.
En él se sacan conclusiones como que hay tres puntos a tener en cuenta en los que el coche eléctrico es mucho más barato que el de combustión: su mantenimiento, su coste de reparación y la disminución del número de piezas mecánicas, tres parámetros que cada vez más tendrán una incidencia clara en la postventa.
Entre las conclusiones está el dato de que mantener un coche eléctrico puro es un 29 % más económico que uno de gasolina, un 21 % que un diésel y un 25 % que un híbrido.
Coste de reparación
Además, otro dato a tener en cuenta que añade atractivo al vehículo eléctrico es el coste de reparación que en este capítulo, en general, el cero emisiones es un 68 % más barato que uno de gasolina y un 66 % menos que un diésel o un híbrido.
Por ejemplo, en los frenos llega a ser hasta un 74 % más barato que uno de gasolina y un 71 % menos que un diésel, aunque en este caso la diferencia con el híbrido se reduce a un -1 %.
Sobre todo porque los eléctricos gastan menos en los sistemas de frenos, por la frenada regenerativa que disminuye la velocidad mediante la recuperación de energía cinética.
Así se aprovecha esta energía para recargar la batería en las fases de frenada y la segunda que reduce el desgaste de los componentes del sistema de frenos, como los discos y las pastillas, prolongando su vida útil.
El estudio incluye dentro del apartado genérico de Otros el resto de mantenimientos propios de un coche (sistema electrónico, líquidos, piezas móviles, etcétera), un capítulo en el que la diferencia entre un eléctrico y uno de gasolina se va hasta un 56 % más barato a favor del primero, un 54 % más económico que un diésel y un 48 % más que un híbrido.
Eléctricos prémium
Sin embargo, el tipo de coche eléctrico sí que influye en el coste de mantenimiento, según el mismo estudio de Solera y, la diferencia está si es «prémium» o no.
Un vehículo prémium no se define sólo por los aspectos técnico-mecánicos sino por la experiencia de compra y la experiencia post-venta, es decir, por lo que podemos tocar, más lo que nos hace sentir, según el portal Benga.
A diferencia de las marcas generalistas, un prémium posee cualidades singulares como, por ejemplo, la calidad de los materiales, el refinamiento estético, cualidades que se añaden a la experiencia de compra y el servicio post-venta.
En la categoría de los prémium eléctricos entrarían modelos de las marcas Audi, BMW-MINI, Mercedes Benz, Porsche y Tesla, según el portal.
El prémium, un 85 % más caro
El trabajo del Grupo Solera indica que el coste de mantenimiento de un vehículo eléctrico prémium, no es más barato, al contrario, es hasta un 85 % más caro que uno diésel, el más habitual en el parque coches en España, y hasta un 29 % más caro en el caso de uno generalista.
La compañía tecnológica especializada en el ciclo de vida del automóvil explica que aunque la facturación por mecánica de un coche eléctrico es de media un 28 % inferior al de uno de combustión, de cara al taller existen dos grandes oportunidades con los coches de propulsión eléctrica para estos: las marcas prémium y los neumáticos.
Menos piezas
Solera recuerda que muchas piezas que se ensamblan en un coche de combustión desaparecen con el automóvil eléctrico. Son casi 21.000 euros en piezas que se «evaporan», lo que impacta en la parte de mecánica de la posventa.
Como dato relevante, en el vehículo eléctrico desaparecen 20 piezas con respecto a uno de combustión, un factor que incide claramente que el ticket medio de reparación sea un 28 % más barato: 368 euros frente a 513 euros, es decir 145 euros menos.
A vueltas con la batería
El coche eléctrico tiene un elemento fundamental, la batería que con el tiempo, su capacidad disminuye, aunque puede tardar muchos años. La mayoría de las marcas ofrecen garantías de entre ocho y diez años o hasta 160.000 kilómetros en sus baterías.
Para prolongar la vida útil de la batería de un vehículo eléctrico es recomendable mantener la carga siempre entre el 20 y el 80 % y no abusar de los sistemas de carga rápida.
Más gasto en neumáticos
Sólo la partida de los neumáticos puede salir más cara que en un vehículo de combustión. En concreto, es un 61% más caro que un diésel, un 37% más que uno de gasolina y un 42% que un híbrido.
La razón habría que buscarla en el mayor peso de los eléctricos por la incorporación de la batería que exige o bien unos neumáticos especiales o bien un cambio más frecuente de los mismos.
El nicho de la digitalización
«Si bien el coche eléctrico supone un punto de inflexión en los mantenimientos, al desaparecer gran parte de las piezas mecánicas, no hay que olvidar que estos vehículos están muy ligados a la digitalización, por lo que la actualización de software puede ser una oportunidad para compensar y que el negocio de un taller se mantenga, aún incluso con las mencionadas consecuencias de la electrificación», explica el gerente de cuentas clave de Solera, Martín Tejero.