El patio del cole puede ser clave en la lucha contra el calor
El cambio climático hace prever que el calor propio de finales de curso irá a más
En los colegios también se da el efecto isla de calor
Los patios renaturalizados ofrecen nuevas oportunidades para la práctica docente

El final del curso escolar no está resultando nada sencillo debido al intenso calor que están soportando los estudiantes. Si a finales del pasado mes de mayo se alcanzaron temperaturas récord para la época, llegando a superar los 40 grados en algunos puntos del sur del país, en junio la situación parece estar lejos de mejorar.
Más bien al contrario: el cambio climático anuncia que esta tendencia irá a más en los próximos años, motivo por el que ya se están poniendo en marcha multitud de medidas desde la comunidad educativa y las administraciones públicas con el fin de adaptar los colegios a la nueva realidad y proteger así la salud y el bienestar de niños y profesores.
Reformas de los colegios para mejorar sus cubiertas, fachadas y sistemas de climatización, aplicación de criterios de arquitectura bioclimática para la construcción de nuevos centros escolares, o la modificación de los horarios y actividades lectivas son algunas de las principales decisiones que se están tomando para combatir el excesivo calor que sufren estos días las aulas.
Renaturalización
Otra interesante estrategia pasa por la recuperación de la naturaleza en el entorno de los colegios, comenzando por un espacio en el que no se suele pensar tanto, y que ofrece multitud de oportunidades: el patio del recreo. Este es el propósito de Patios X Clima, programa enfocado, precisamente, a la renaturalización de espacios y entornos educativos escolares.
Desde 2017, Patios X Clima ha participado en alrededor de medio centenar de proyectos de renaturalización en escuelas ubicadas en Cataluña, Aragón, País Vasco, Madrid, Andalucía y Valencia.
«Los patios no han sido pensados como espacios naturales, motivo por el que mucho de ellos consisten en superficie duras y pavimentadas», explica Mamen Artero, arquitecta de El Globus Verd y coordinadora de Patios x Clima. «Pero son lugares que representan una gran oportunidad y que podemos transformar», añade.
Permacultura
El Globus Verd es el estudio de arquitectura responsable de esta iniciativa, cuyos proyectos de renaturalización se basan en los principios de la permacultura, concepto que hace referencia al diseño y creación de entornos humanos sostenibles y regenerativos que trabajen en armonía con el medio natural.
«Cualquier proyecto basado en el diseño permacultural no puede dejar de lado el cuidado de las personas, el cuidado de la tierra y el intercambio de los recursos del sistema», exponen desde Patios X Clima. Transformar un patio en un refugio blioclimático según estos valores conlleva la realización de las siguientes acciones básicas:
- Permeabilización del suelo: diversificación, moldeado y naturalización de los pavimentos.
- Riqueza del suelo: incremento y gestión de la materia orgánica.
- Gestión del ciclo del agua: sistemas de drenaje sostenible, jardines de lluvia, recogida y canalización de las aguas pluviales.
- Usos y funciones del espacio. Para poner en marcha, por ejemplo, nuevas zonas de juego o para la realización de actividades educativas al aire libre.
- Incremento y diversidad de vegetación adaptada, con la que se puede diseñar microbosques y jardines comestibles.
Estos patios son además pensados como espacios públicos de la ciudad cuyo uso potencial va más allá del horario lectivo. Por ello se tienen en cuenta cuestiones como su accesibilidad, la libre circulación por los mismos y la diversidad de usuarios potenciales.
Microclima
Uno de los beneficios más evidentes de este tipo de intervenciones es la generación de un microclima en el entorno escolar que facilita la bajada de las temperaturas. «Llegamos a rebajar unos cuatro o cinco grados, pero es cierto que depende mucho de la situación y de las circunstancias de cada colegio, no se puede generalizar», avisa Artero.
Los árboles refrescan con su sombra el centro escolar. Al mismo tiempo, dicha sombra evita que el sol caliente el pavimiento. «No es lo mismo tener un patio de hormigón adyacente a la fachada del centro escolar, que un patio lleno de árboles al lado», insiste la coordinadora.
Isla de calor
«Es como lo que pasa con el efecto isla de calor, que es un sobrecalentamiento que sufren las ciudades, y que se debe, básicamente, a que el pavimiento coge unas temperaturas muy elevadas que se mantienen durante muchas horas, aunque no haga sol», argumenta Artero.
Esto mismo sucede con las superficies de hormigón de los patios, según la coordinadora. «Por eso, si renaturalizamos el espacio, contribuimos a un ambiente más fresco en el entorno», añade.
Biodiversidad
Más allá de favorecer la confortabilidad térmica de estudiantes y docentes, la recuperación de la naturaleza conlleva otra serie de beneficios. «La renaturalización, tanto de los espacios educativos como de las ciudades en general, incrementa la biodiversidad, que a su vez genera nuevas posibilidades para la parte pedagógica», destaca la coordinadora.
De hecho, el resumen final del proyecto europeo Cool Schools, en el que también participa Patios X Clima, sostiene que «estos patios con vegetación podrían sentar las bases para nuevas prácticas docentes más centradas en la interacción con los organismos vivos».
Se trata de aprovechar la oportunidad que representan estos lugares, en los que tanto tiempo pasan niños y niñas, no sólo para luchar contra el calor, sino para promover otras maneras de entender la enseñanza en las que la educación ambiental y el contacto con el medio natural tengan cada vez más peso.