Ciencia

Nace en Madrid Teodoro, la réplica española de la oveja Dolly

Investigadores del CSIC obtienen el primer cordero modificado genéticamente en España

Teodoro
‘Teodoro’, el primer cordero modificado genéticamente en España en las instalaciones del INIA-CSIC
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

El pasado 14 de julio nació en Madrid un cordero muy especial, Teodoro, el primero de su especie que nace en España gracias a una mutación genética, tal y cómo ocurrió en 1996 con la oveja Dolly, la primera clonación de un mamífero exitosa realizada hasta la época.

Es el logro que han conseguido investigadores del Departamento de Reproducción Animal del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC) generando el primer cordero modificado genéticamente que nace en nuestro país.

Teodoro contiene una mutación «en un gen potencialmente implicado en la fecundación y servirá para estudiar fallos reproductivos en animales de granja y como modelo para entender la fecundación en la especie humana», según informa el CSIC.

Modificación genética

El animal, que nació en una granja experimental de Madrid, debe su nombre a Teodoro Álvarez, un pastor de ovejas del pueblo segoviano de Aldea Real fallecido este año, abuelo de uno de los líderes de la investigación, el veterinario Pablo Bermejo Álvarez.

«Los modelos animales modificados genéticamente son esenciales para avanzar en el conocimiento de cualquier proceso biológico, incluyendo aquellos implicados en la reproducción», destaca Pablo Bermejo-Álvarez, el investigador que ha liderado el equipo de investigación junto a Priscila Ramos-Ibeas y en colaboración con el grupo de Julián Santiago Moreno.

«Estos animales contienen modificaciones genéticas dirigidas que eliminan o modifican un gen específico y, por tanto, permiten conocer de forma inequívoca su función en un proceso biológico», apunta Bermejo-Álvarez.

Raza churra

En concreto, los científicos cambiaron el ADN del cordero para eliminar una proteína potencialmente implicada en el reconocimiento del espermatozoide por parte del óvulo. Para realizar esta investigación, sus promotores adquirieron el semen de un macho de raza churra en una empresa de Zamora y obtuvieron el embrión de Teodoro, modificado genéticamente con la técnica CRISPR.

Para los investigadores, este avance podría ser la clave principal para resolver multitud de casos de infertilidad, tanto en mujeres como en animales de granja.

Desde el CSIC apuntan que «hasta la irrupción de la tecnología CRISPR, la generación de estas modificaciones genéticas dirigidas se realizaba fundamentalmente en ratones, ya que en otros mamíferos requería de técnicas muy complejas y poco eficientes».

oveja Dolly
La oveja Dolly, la primera clonación de un mamífero exitosa realizada hasta la época

Tecnología CRISPR

Por este motivo, la mayor parte del conocimiento actual sobre la base molecular de distintos procesos biológicos procede de modelos de ratón modificados genéticamente.

«Sin embargo, aunque el ratón generalmente constituye un buen modelo para estudiar la fisiología y patología humana, hay determinados procesos en los que existen diferencias notables entre ratones y otros mamíferos y que, por tanto, no se pueden estudiar con ratones modificados genéticamente», señala Ramos-Ibeas, investigadora que también ha liderado la investigación.

El grupo de investigación del INIA-CSIC aplica la tecnología CRISPR para generar este tipo de modificaciones en embriones bovinos y ovinos producidos completamente in vitro para estudiar la función de genes implicados en distintos procesos de biología del desarrollo.

Microinyección de embriones

Dichos procesos se pueden estudiar in vitro sin tener que generar animales modificados genéticamente y por ello hasta ahora no habían transferido dichos embriones para llevar a cabo una gestación a término en ovejas.

Sin embargo, dado que el estudio de los mecanismos de fecundación necesita de la obtención de gametos de animales modificados genéticamente, hace cinco meses (el periodo de gestación de una oveja es de aproximadamente 147 días) se realizaron dos transferencias de embriones modificados genéticamente llegando una de las dos gestaciones a término.

La mutación, que elimina la formación del producto del gen, ha sido generada de forma dirigida mediante técnicas de microinyección de embriones generados in vitro, combinadas con la tecnología CRISPR-Cas9.

En este caso se han seguido métodos similares a los empleados por el grupo para generar los primeros animales de granja editados genéticamente en España: unos conejos que no producían la proteína ZP4 y que sirvieron para descubrir el papel fundamental de esta proteína para la protección del embrión durante el desarrollo preimplantacional.