Cambio climático

Mosquito cúlex, mosca negra, jején y flebótomo: los nuevos y peligrosos moradores de Picos de Europa

Redeia, la FCQ y el IREC detectan en este macizo montañoso mosquitos potencialmente transmisores de enfermedades letales para las aves y la fauna

La estación de seguimiento biológico permanente ha sido quien ha descubierto a estos mosquitos en la Sierra del Cuera

Mosquito cúlex
pesar de la presencia de estos insectos, la investigación en curso no ha hallado por el momento portadores de patógenos que podrían comprometer la salud de la avifauna.
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

El mosquito cúlex, la mosca negra, el jején y el flebótomo son, sorprendentemente, los nuevos habitantes del macizo montañoso de los Picos de Europa, un descubrimiento que hace pensar que la fauna autóctona pueda ser afectada.

Estos insectos, potencialmente transmisores de fiebre del Nilo o de la gripe aviar, dos de las enfermedades más letales para la avifauna, han sido detectados en la Sierra del Cuera (Asturias) tras comprobar los resultados preliminares de un proyecto de investigación iniciado en 2024.

El proyecto, impulsado por Redeia, matriz de Red Eléctrica, y la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), en colaboración con el Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC-CSIC), está encaminado a analizar el impacto del cambio climático en el hábitat de montaña.

Estación de seguimiento biológico

Se trata de un estudio novedoso porque es la primera vez que se pone en marcha una estación de seguimiento biológico en un ambiente de la montaña atlántica con carácter permanente.

Los resultados recogidos en esta estación durante el primer semestre evidencian la presencia de las cuatro clases más importantes de vectores de enfermedades: mosquitos, moscas negras, jejenes e incluso flebótomos.

Entre ellos, según los expertos, preocupa especialmente la presencia de mosquito del género Cúlex, principal vector del virus West Nile, causante de la fiebre del Nilo.

Sin patógenos

No obstante, por el momento, las muestras recogidas desde junio hasta el 31 de diciembre de 2024 no han hallado ningún portador de estos principales patógenos que podrían comprometer la salud de la avifauna en la zona.

«Aún hacen falta muchos días y muchas campañas de captura, pero esperamos poder contar en el futuro con datos suficientes para predecir los periodos de mayor riesgo, con el fin de implantar, si se considera necesario, medidas de protección como la vacunación o el uso de tela mosquitera en instalaciones dedicadas a la liberación de nuevos ejemplares», explica la doctora veterinaria del IREC-CSIC, Úrsula Höfle, quien subraya la importancia de contar con este «punto de vigilancia continuada» en la Sierra del Cuera.

El Naranjo de Bulnes en Picos de Europa, (Asturias)
El Naranjo de Bulnes en Picos de Europa, (Asturias)

Menos cantidad de mosquitos

No obstante, estos primeros meses de investigación añaden una conclusión esperanzadora: en la zona de Picos de Europa se han capturado menor cantidad de ejemplares de mosquitos y vectores hematófagos en comparación con el mismo periodo de capturas en lugares a similar altura en el Pirineo en el marco de otras investigaciones.

Los insectos hematófagos que ingieren microorganismos patógenos al alimentarse de la sangre de un portador infectado (una persona o un animal) y, posteriormente, los transmiten a un nuevo portador, una vez que el patógeno se ha replicado.

Preocupación por el cambio climático

Esto se debe a la mayor variabilidad del clima atlántico, propio de la región de la Sierra del Cuera y de Picos de Europa, que es menos favorable para el desarrollo de densas poblaciones de mosquitos que el clima mediterráneo, característico en Pirineos, donde la población de quebrantahuesos está más asentada.

Los resultados de la aparición de el mosquito cúlex, la mosca negra, el jején o el flebótomo confirman la preocupación por el cambio climático y sus consecuencias en la colonia de quebrantahuesos reintroducidos, así como en el resto de la fauna silvestre de la zona.

Mortal para el quebrantahuesos

Las muestras se recogen periódicamente en la Sierra del Cuera (Asturias) y se envían al IREC, en Ciudad Real, donde también se analizan restos de excrementos de insectos como el mosquito cúlex. Estas muestras permitirían detectar la presencia del virus de gripe aviar (H5N1), que también es mortal para el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), como se ha demostrado en varios casos dados ya en la península.

El proyecto Área integral de conservación para el quebrantahuesos en la Sierra del Cuera forma parte de la Estrategia de Impacto Integral de Redeia y es fruto de la relación que estableció la compañía y su filial Red Eléctrica con FCQ en 2022 para reforzar la recuperación del quebrantahuesos en el conjunto de la Península Ibérica y que se traduce en un apoyo para la especie en Aragón, Asturias y el Maestrazgo.

La iniciativa busca generar una serie larga de datos científicos que permitan conocer el impacto del cambio climático en el hábitat de montaña y, en particular, en esta especie emblemática que, pese a décadas de esfuerzo para su recuperación, aún sigue en peligro de extinción. Este conocimiento no solo beneficiará a la avifauna, sino a la biodiversidad en su conjunto.

Quebrantahuesos
Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)

Protección de la avifauna

Para el director de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, Gerardo Báguena, «la conservación de especies amenazadas como el quebrantahuesos obliga a disponer de la mejor información posible, ya que los acontecimientos que rodean a la ecología de esta especie son muy diversos y cambiantes».

«La aparición de enfermedades, la desaparición de la ganadería extensiva, el aumento de la temperatura y el cambio global del paisaje, implican eventos que necesitamos conocer para poder actuar de forma preceptiva, cuando se pueda», explica Báguena.

Actuaciones preventivas

Por su parte, el jefe de Medio Ambiente de Red Eléctrica, Fernando Crespo, ha subrayado el compromiso de Redeia con la protección de la avifauna, una constante en el despliegue de las infraestructuras de la red de transporte de electricidad.

«Buscamos la mejor convivencia de nuestras instalaciones con la biodiversidad y en particular con la avifauna, algo que demostramos con nuestra actuación preventiva, con diferentes medidas como la instalación de salvapájaros o el proyecto Corredores de vuelo, pero también con nuestra proactividad, ya que colaboramos con entidades como la FCQ para impulsar la conservación y la recuperación de especies tan emblemáticas como el quebrantahuesos», concluye.