Madrid anilla 50 crías de la rapaz más grande de Europa para seguirlas a distancia
El Grupo de Intervención en Altura de los Agentes Forestales baja del nido a pollos de buitre negro con un peso de cinco kilos
El buitre negro está incluido en el Catálogo Español de Especies Amenazadas
En 2024, se avistaron 250 parejas, de las que 186 anidaron alrededor de Peñalara y otras 61 fuera del área de Rascafría


La Comunidad de Madrid ha comenzado el anillamiento de 50 crías de buitre negro para hacer un seguimiento a distancia de sus movimientos y, de esta manera, proteger al ave rapaz más grande del continente europeo.
El proceso de anillamiento del buitre negro, a cargo del Grupo de Intervención en Altura de los Agentes Forestales regionales (GIAM), se desarrolla en la cuarta mayor colonia española, situada en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) del Alto Lozoya, en el término municipal de Rascafría en la Comunidad de Madrid.
El buitre negro está considerado como población vulnerable, e incluido en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Como adulto, consigue alcanzar una longitud de 280 centímetros con las alas abiertas y 10 kilogramos de peso. Al contrario que otros como el leonado, que se instala en rocas, el negro elige pinos alejados de núcleos urbanos y con poco tránsito de personas.
Pollos de cinco kilos
Durante los meses de junio y julio, dentro del programa de protección y seguimiento del Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama, los agentes ascienden hasta los nidos situados a gran altura para recoger a los pollos, que pesan alrededor de cinco kilos. Desde allí los bajan al suelo en una bolsa especial para su tranquilidad.
El proceso continúa con una toma de muestras de sangre para comprobar el estado de salud de estos ejemplares nacidos hace aproximadamente dos meses, a los que también se alimenta.
Dos anillas
Durante el proceso se les instalan dos anillas en las patas. Una sirve para su identificación y la otra lleva un código para el control de sus desplazamientos. Finalizada la intervención, de aproximadamente veinte minutos, se devuelven al nido, donde permanecen hasta finales del verano, cuando logran volar.
El anillamiento comenzó en la región en 2003 y ha ayudado a los expertos en biodiversidad del Gobierno autonómico a conocer su biología, las zonas de vuelo y alimentación o los problemas que afronta, para buscar soluciones que permitan conservar la especie. También su seguimiento ayudará a investigar las causas de las muertes.
250 parejas en la región
Además, realizan un minucioso seguimiento de los asentamientos, les aportan alimentación suplementaria en caso necesario, vigilan sus posibles amenazas y, sobre todo, recuperan a las crías que caen del nido. Estos factores han influido en el aumento de ejemplares, con cerca de 250 parejas en 2024, de las que 186 anidaron alrededor de Peñalara y otras 61 fuera del área de Rascafría.
Por lo general, estas especies permanecen en España, aunque algunos ejemplares han sido localizados en África. En la región también se localiza otra colonia más pequeña en la ZEPA Encinares del río Alberche y río Cofio.
Cigüeñas negras y blancas
También la presencia de otras aves ha mejorado en la comunidad autónoma. La cigüeña negra ha duplicado su población reproductora en la última década, pasando de cinco parejas en 2013 a ocho en 2024, que han logrado sacar adelante a 19 pollos.
De la cigüeña blanca, mucho más frecuente, se tiene constancia de más de 2.300 nidos. Por su parte, el águila imperial ibérica ha aumentado de 30 parejas en 2008 a 102 en 2024, mientras que del buitre leonado se estima que ya hay más de 600 ejemplares en la región.