Andalucía utiliza a perros adiestrados para rastrear y controlar a las poblaciones de lince ibérico
Sky, Juno, Ruma y Kenia son los perros integrantes de una nueva unidad canina encargada de velar por el lince ibérico (Lynx pardinus), una iniciativa que la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha puesto recientemente en marcha para aumentar la monitorización de la especie.
Los nuevos miembros de este equipo, que participan en el desarrollo de nuevas técnicas de seguimiento de las poblaciones del lince ibérico, son perros especialmente adiestrados que complementan a las formas tradicionales de control.
Con la participación de estos perros rastreadores de lince ibérico se permitirá «una mayor detectabilidad y una monitorización más eficiente y eficaz de la especie».
Aumento de muestras
En el marco del programa LIFE Lynxconnect, la Junta de Andalucía está trabajando en el entrenamiento de una unidad canina especializada en la localización y seguimiento del lince ibérico, que facilitará considerablemente la detectabilidad de rastros de la citada especie.
Estos equipos caninos permitirán además incrementar sensiblemente la superficie y la tasa de recolección de muestras, tales como excrementos o rastros.
La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, ha explicado que, debido a la expansión demográfica del lince ibérico en la última década, «es imprescindible desarrollar metodologías más eficientes y sostenibles, que permitan mejorar la ratio coste/beneficio y que además sean transferibles y exportables a otras especies amenazadas».
Reducción de costes
Desde la consejería aseguran que, de este modo, «se reducirán los costes logísticos sin detrimento de la calidad de la información generada y se garantizará el seguimiento de poblaciones a largo plazo».
La consejera del ramo quien además ha recordado que «a pesar de la buena noticia recibida este año por parte de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)», la mayor organización mundial dedicada a la conservación de la naturaleza, que redujo la categoría de la especie en su lista roja de en peligro a vulnerable, «no podemos bajar la guardia y debemos seguir implementando mecanismos que se adapten a los nuevos tiempos y necesidades».
En el marco del proyecto LIFE Lynxconnect, se inician en 2022 los trabajos de localización de rastros y restos de lince ibérico mediante el empleo de unidades caninas especializadas.
Aprendiendo a buscar y a rastrear
La primera fase de entrenamiento duró 6 meses y se adiestraron 4 cachorros de nombres Sky, Juno, Ruma y Kenia, de razas border collie, labrador retriever y pastor belga malinois.
Los trabajos de adiestramiento consistieron en ejercicios de búsqueda y detección, así como de obediencia. Los cachorros aprendieron entonces a identificar muestras de lince, discriminándolas de otras procedentes de distintos mamíferos, así como la detección de cachorros y animales heridos con la dificultad de educar al perro en la no interactuación con los mismos.
El adiestramiento ha sido continuo hasta que los cánidos han cumplido dos años, edad a la que se estima, alcanzaron su mayor nivel de eficiencia, aunque ya con seis meses estaban preparados y realizaron las primeras salidas, sobre todo de búsqueda de excrementos, que es la tarea más sencilla para ellos.
Análisis genéticos
Los perros salen al campo para localizar de manera sistemática rastros y restos del felino con objeto de caracterizar genéticamente tanto a los individuos como a sus poblaciones. Las muestras tomadas por los canes se analizan por el equipo del CSIC, que lidera los trabajos de análisis genéticos abordados en el proyecto LIFE.
Así mismo, se han venido realizando salidas de urgencia para la detección de cachorros y ejemplares heridos o en peligro. Unos de los casos más emblemáticos fue el de Nava, la hembra de lince víctima de un atropello en Montoro en marzo 2023, que dejó 4 crías que fueron localizadas con éxito y gracias, entre otras, a la intervención de la unidad canina.
El valor añadido de la unidad canina es tal que se valora la trasposición a otras zonas del proyecto LIFE fuera de Andalucía: en Extremadura, Castilla-La Mancha, Murcia y Portugal. Se realizarán exhibiciones, así como salidas puntuales para trabajos de búsquedas de rastros y/o individuos.
Mayor efectividad
En los últimos 15 años el seguimiento de la población de lince ibérico se ha realizado principalmente mediante foto-trampeo apoyado por herramientas como el radio-seguimiento.
Se trata de técnicas contrastadas y depuradas que han aportado mucha información, pero que requieren un esfuerzo en recursos directamente proporcional a la población objeto de seguimiento.
La utilización de perros es especialmente útil para la detección y localización de excrementos. La monitorización genética de los núcleos se plantea a partir de la realización de campañas de recogida de excrementos de lince ibérico, donde la utilización de equipos caninos puede contribuir considerablemente a aumentar su eficacia y a reducir la confusión con excrementos similares de otras especies.
Dispersión del lince ibérico
También es interesante el empleo de perros para la detección de rastros de ejemplares de lince en dispersión, confirmando citas de animales en áreas nuevas donde las densidades de rastros son muy bajas.
Cuando se producen citas de ejemplares dispersantes en zonas donde no se habían detectado previamente, con una densidad de rastros muy baja, es necesario mejorar la detectabilidad con herramientas más eficaces, como equipos caninos entrenados en olores relacionados con el lince ibérico.
Otro de los aspectos muy interesante en la utilización de unidades caninas sobre el terreno se centra en la detección de cachorros y ejemplares heridos o en peligro.