González Moya: «En los próximos diez años podrían demolerse centenares de minicentrales hidráulicas»
Entrevistaa José María González Moya, director general de APPA Renovables
"El problema es que las políticas, las decisiones que están tomando las confederaciones hoy en día parecen contrarias a lo que establece el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima"
“Es un sinsentido que la misma administración que presenta un plan de incrementar nuestra base de centrales hidráulicas determine su cese, su demolición o su cierre. Eso sí que realmente es un crimen”


En España existen miles de minicentrales hidráulicas en los cursos de los ríos, unas instalaciones que producen energía en presas, llevan décadas en el paisaje, mimetizadas en la naturaleza y que han generado su propia simbiosis con la biodiversidad formando parte del patrimonio hidráulico nacional.
Presas que han sido construidas hace décadas con unas concesiones de explotación largas y que también tienen una historia y un valor arquitéctonico, como el conjunto riojano de La Retorna, en peligro de extinción por la decisión de demolerla por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero.
De momento hay dos en este tesitura de ser demolidas, la ya mencionada de La Retorna Estamos hablando de las presas de La Retorna, en La Rioja, y las de Queiles II, situada entre Zaragoza y Soria.
Energía renovable
Esta semana los ingenieros españoles se reunieron en una jornada alzando la voz para defender el patrimonio hidráulico español solicitando la necesidad de conservar y mantener las presas para garantizar una correcta gestión hídrica y que sean una pieza fundamental de la generación de energía renovable.
Entre los ponentes estuvo José María González Moya, director general de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA Renovables), hablando de esta energía renovable, de su importancia y su necesario impulso.
Con duras palabras en algunos momentos, este ingeniero que representa al sector de las renovables en España, recibe a OKGREEN para hablar de esta situación y del panorama que le espera a esta energía en los próximos años.
OKGREEN: ¿Cuántas minicentrales hidráulicas existen en España?
JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ MOYA: Más o menos hay unas 1.200 minicentrales que estén funcionado para la producción de electricidad.
P.: Y de todas ellas, ¿cuántas están en riesgo de derribo como ocurre con la presa de La Retorna?
R.: Ahora tenemos una decena en riesgo y digamos que en el corto plazo van venciendo las concesiones. Todo esto depende de los plazos concesionarios. Estas minicentrales están sujetas a la ley y normalmente la gran mayoría tiene un plazo concesional de 75 años.
P.: Entonces, llega el final de la concesión administrativa para explotar estas presas para obtener energía y después que ocurrirá, ¿se derribarán?
R.: Cuando ya la concesión llega a su vida final, pues hay que determinar qué se hace con la central. Ahora estaremos en una decena, pero los próximos 10 años se incorporan ya centenas y así hasta llegar a las 1.200. En los próximos diez años podrían demolerse centenas de minicentrales hidráulicas. El plazo final, más o menos ya que en 1994 se llevó a cabo una regularización de muchas, y así llegaremos a 2.060, fecha en la que finalizan todas las existentes.
De momento tenemos dos con su demolición ya determinada, en torno a 15 centrales que han finalizado su plazo y están a expensas de saber qué va a pasar con ellas.
Pero, al menos que nosotros tengamos controladas, son estas dos ya con la determinación de demolición por un tribunal y en plazo administrativo creo que son ya cinco.
En los próximos años van a llegar muchas y, sobre todo es importante recalcar, que lo que hagamos ahora puede determinar lo que nos venga en el futuro. Ése es el verdadero riesgo.
P.: En esta jornada se ha hablado del interés por parte de las compañías eléctricas de mantener este tipo de infraestructuras de energía hidráulica.
R.: Exacto.
P.: Parece como una contradicción tan grande el decir que haya que derribarlas y que las compañías quieran seguir explotándola energéticamente.
R.: Desde luego. Cuando llegas a los 75 años de la concesión, la ley establece primero dos cosas: que tú como concesionario tienes la obligación bien de devolver la central, en perfecto estado de revista, que funciona. Puedes decirle a la Confederación del Ebro del Duero, toma. aquí la tienes.
O la confederación te puede decir usted la tiene que derribar en base a unos estudios. Primero unos estudios de viabilidad y luego unos estudios ambientales que deben determinar su derribo.
¿Qué ocurre? Que, en la mayoría de los casos, por no decir casi en el 100% de los casos, esas minicentrales pueden seguir siendo explotadas durante muchos años. No tenemos una política común de qué hacer con las pequeñas y grandes centrales hidráulicas.
Las grandes, evidentemente, sí que parece que no están tan en riesgo. ¿Por qué? Porque necesitamos esa energía. Cuando hablamos de energía hidráulica, no hablamos sólo de generar kilovatios hora o megavatios hora.
La hidráulica nos aporta muchas más cosas que energía. Nos aporta frecuencia y tensión. Imagínate que en España alguna vez el sistema se fuera a cero y nos quedáramos sin luz.
Pues para arrancar el sistema eléctrico en España empezaríamos arrancando centrales hidráulicas porque son las que nos dan más robustez en frecuencia. Todo eso hay que mirarlo como una política de país y son las empresas las que deberíamos determinar la continuidad de esas centrales, que son necesarias. Sin duda las empresas están dispuestas a seguir explotándolas también.
P.: ¿Y hay interés por instalar más centrales hidráulicas? ¿Deberíamos instalar más?
R.: Deberíamos instalar más. España debería tener una política estratégica en relación con el agua y su aprovechamiento de energía eléctrica. ¿Qué ocurre? El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) nos habla de un desarrollo renovable enorme, mucha solar y mucha eólica.
El problema estriba en que cuando no hay sol o no hay viento estamos utilizando el gas. Lo que prevé el plan es poner en marcha el almacenamiento. Ese almacenamiento puede ser de baterías o de centrales hidráulicas reversibles. España tiene una oportunidad estupenda para coger muchas centrales existentes e incluso nuevas centrales para convertirlas en baterías. Esto lo estamos desaprovechando.
P.: En el PNIEC se habla de energía hidráulica. ¿Cuál es la proyección?
R.: La proyección del PNIEC es la de incrementar en 500 megavatios lo que tenemos. Sería pasar de 14.000 megavatios que tenemos ahora con 1500 centrales y pasar a 14.000 a 14.500 sólo en hidráulica. Esto en aprovechamiento hidráulico. Sin embargo, luego están los bombeos.
El PNIEC habla de 12.500 megavatios, no determina muy bien cuántos serán de bombeos o cuántos serán de baterías. Pero bueno, estamos hablando que serían unos 5.000 o 6.000 megavatios de bombeo. Pero el problema es que las políticas, las decisiones que están tomando las confederaciones hoy en día parecen contrarias a lo que establece el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.
P.: Si el PNIEC pide más hidráulica y estamos derribando minicentrales, esto parece muy contradictorio.
R.: Es un sinsentido que, por un lado, la misma administración nos diga y en este caso, incluso el mismo órgano, el Ministerio para la Transición Ecológica nos presenta un plan, un Plan Nacional de Integrado de Energía y Clima con una ambición de incrementar nuestra base de centrales hidráulicas y, sin embargo, organismos adscritos a ese mismo ministerio, como son las confederaciones hidrográficas, pues no determinan las circunstancias que establece el propio plan y determinan su cese, su demolición o su cierre. Eso sí que realmente es un crimen.
Es más, actualmente ya hay muchas centrales que están paradas, y llevan años paradas, porque no se ha cumplido los procedimientos administrativos de qué hacer con esa central. El peticionario la abandonó porque tenía duda de si podía seguir o no. Es decir, por muchas circunstancias, hay muchas pequeñas centrales paradas que es un riesgo como país. Un riesgo también incluso para la seguridad de las personas.
P.: ¿Por qué hay que salvar el patrimonio hidráulico español más allá de que sea hay un patrimonio cultural? ¿Existe un patrimonio energético que hay que salvar?
R.: Fundamentalmente por los beneficios que nos da. Una central hidráulica, en su momento, el mayor impacto que ha tenido fue durante su construcción. Ese impacto nos lo ha devuelto en beneficios para el ecosistema.
La mayoría de minicentrales son una riqueza natural, de una riqueza natural salvaje. Demoler eso probablemente ponga más en riesgo el ecosistema que digamos que los beneficios que haya después.
Esto, unido al aporte de energía eléctrica, no sólo en términos cuantitativos, sino sobre todo en términos cualitativos, la calidad que tiene la energía hidráulica no la tiene la energía eólica ni solar, no la tienen otras energías.
Aquí estamos hablando de una turbina hidráulica que es un elemento que gira 3.000 revoluciones por minuto. Para poder cargar el móvil o que funcionetiene que haber una máquina dando vueltas 3.000 vueltas por minuto y de ahí sale la frecuencia.
Este escenario, con las nuevas renovables somos capaces de simularlo, pero sin embargo, la calidad del kilovatio hora o de la energía que produce la hidráulica es muy superior y es necesaria.
Todo lo que no hagamos en hidráulica tendremos que gastárnoslo en hacerlo de otras renovables que están bienvenidas. Pero hay un equilibrio entre todas ellas que podemos conseguir.
P.: Para terminar. ¿Se puede decir que es una decisión política eliminar una minicentral como La Retorna?
R.: Creo que ha venido finalmente determinado por un tribunal de justicia y porque los informes que había en contra eran más que los que había a favor. Lo que pasa es que probablemente ni los que estábamos a favor, mucha gente y mucho organismo que estaba a favor de esta central no lo ha manifestado en el procedimiento y por eso se ha determinado su cierre.
Yo creo que sin duda, y vista la resolución del Gobierno del Parlamento de La Rioja, sin duda esto cuenta con un apoyo social muy alto. Y aquí nos hemos dado cuenta de que las políticas que hagamos en el Parlamento en Madrid pueden ser muy diferentes de las políticas que hagamos en los territorios. Este es un ejemplo claro.
Es decir, vemos cómo grupos políticos a nivel central defienden mucho a las renovables. Hay otros que van en contra de las renovables y luego van al territorio y cambian de opinión. Y eso es lo que está ocurriendo un poco aquí.
Hemos hablado, y vemos cómo determinados grupos políticos establecen una poco más o menos que una nacionalización del agua y, sin embargo, cuando vas al territorio se dan cuenta que hay tesoros como esta central que hay que proteger y lo piden. Los vecinos lo piden, todos los grupos y todo el arco parlamentario lo pide.
Ahí es donde tenemos que trabajar. No creo que haya sido decisión política, sino que ha llegado una decisión a un tribunal. Lo que pasa es que no se ha dado la publicidad y no se ha dado el conocimiento a la sociedad para determinar lo que está ocurriendo.
Por desgracia, estamos hablando, como siempre de un problema del agua al que somos sensibles. Cuando ocurre una desgracia, como la que hemos visto en Valencia, o cuando ocurre una desgracia si fuera adelante la demolición de una de estas minicentrales.
En ese momento nos daremos cuenta. Pero si realmente la sociedad fuera consciente o todos fuéramos conscientes de la importancia que tiene esa central, sumada a otra y a otra, a otras muchas, las decisiones políticas serían otras.
Nuestros políticos se equivocarían si empezamos a renunciar a muchas cosas que hemos hecho bien durante años en renovables como La Retorna. Si. Hacer otras cosas nos va a costar dinero y nos va a pasar malas jugadas como sociedad, como sistema eléctrico y a todos en conjunto.